Los resultados de la encuesta sobre la percepción del turismo que se ha dado a conocer esta semana fueron determinantes para que Marga Prohens anunciara hace un año medidas de contención turística como la subida de la ecotasa, limitaciones a la entrada de vehículos en las islas y prohibición del alquiler turístico en viviendas plurifamiliares. La encuesta es de hace un año, conviene recordarlo, pero el sentir ciudadano se mantiene incólume en ese agotamiento vital ante al turismo que aplasta a los residentes.
De las tres medidas que anunció, Prohens solo ha podido aprobar la primera. Vox impidió que las otra dos salieran adelante y el clima político ha llegado a un extremo de confrontación tal que es imposible que izquierda y derecha se pongan de acuerdo en algo. Pasó con la subida de la ecotasa en el caso de la izquierda y pasa ahora con Gaza en el caso del PP. Como Pedro Sánchez abandera el rechazo a la política genocida de Israel, el PP da vueltas y vueltas sin ponerse del lado del presidente porque Koldo García y las cesiones a Catalunya y tal…
En Balears no se dan ahora mismo las condiciones políticas para aplicar medidas de contención turística. Puede que se apruebe la limitación a la entrada de vehículos a Mallorca, pero poco más. La izquierda ya no se fía de Prohens tras el fiasco de la Ley de Memoria Democrática y parece poco probable que vaya a favorecer que la presidenta se cuelgue la medalla de la subida del impuesto turístico una medida que, a estas alturas, es como poner una tirita a un enfermo que se desangra.
De Vox no se puede esperar nada. Si la izquierda no se fía de Prohens porque incumplió el acuerdo de la derogación de la Ley de Memoria, el PP no puede fiarse más de Vox. El partido de extrema derecha lleva dos años demostrando que hace política por propio interés. Los ciudadanos de Balears le importan entre poco y nada y su única meta es engordar electoralmente para hacerle la vida imposible al PP. Si por el camino engorda el bolsillo de algunos con dinero público, como ha denunciado esta semana la exdiputada de la formación Idoia Ribas, mejor todavía. Vox no es de fiar. Funciona por mecanismos políticos y mentales ajenos por completo a las necesidades de los ciudadanos de Balears. Incumple sin rubor los pactos que firma con el PP. ¿Aguantará Prohens este calvario constante el año y medio que queda hasta las elecciones?