El Congreso de los Diputados ha aprobado una enmienda del Partido Popular a la Ley de Navegación Aérea que dará voz, por primera vez, al Consell en los proyectos de ampliación y obras en el Aeropuerto de Menorca. Un paso decisivo que marca un antes y un después en la manera en que se toman las decisiones que afectan a nuestros aeropuertos. Hasta ahora, aunque parezca increíble, AENA no tenía la obligación de informar a los Consells Insulars. Hoy, gracias al trabajo del PP, esa realidad cambia: Menorca, Mallorca e Ibiza tendrán voz en cuestiones clave de planificación y gestión aeroportuaria.
Este logro responde a una reivindicación justa, nacida de nuestra condición insular, de un territorio limitado y de una administración con competencias en ordenación territorial. Las islas no pueden quedar relegadas al papel de meros espectadores cuando se deciden infraestructuras y servicios vitales para nuestra conectividad, nuestra economía y, en definitiva, para la vida diaria de los ciudadanos. A partir de ahora, el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) deberá dar voz al Consell.
Un ejemplo muy claro de por qué era necesaria esta enmienda es el proyecto de la torre de control virtual del Aeropuerto de Menorca. Una decisión de enorme trascendencia para la seguridad aérea y el futuro de nuestras infraestructuras, adoptada por AENA sin consultar en ningún momento al Consell Insular. Que una medida de tal magnitud se tomara de espaldas a los menorquines demuestra hasta qué punto era urgente corregir el marco legal.
Conviene recordar que esta medida ya fue aprobada hace dos semanas en el Senado con el voto en contra del PSOE. Sin embargo, gracias a la presión ejercida por el Partido Popular en todas las islas, el PSOE se ha visto obligado a rectificar en el Congreso y aceptar lo que es de puro sentido común: que los Consells tengan voz cuando se decide sobre los aeropuertos de sus islas. En apenas una semana han pasado de votar en contra a votar a favor, al comprobar que se quedaban absolutamente solos.
Este avance demuestra que, cuando se trabaja con rigor y constancia, es posible transformar la queja en resultados. Menorca no se resigna a que otros decidan por nosotros, debe tener voz. Queremos y debemos participar en todas aquellas decisiones que condicionan nuestro futuro como isla.
Ahora bien, no podemos dejar de lamentar que la Mesa del Congreso, presidida por Francina Armengol, haya impedido votar otra enmienda de enorme importancia para Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla: la que habilitaba 1.200 millones de euros para garantizar el descuento de residente y saldar las deudas generadas por la falta de Presupuestos Generales. Armengol decidió vetarla en la Mesa, impidiendo siquiera que se debatiera, es decir, que los diputados pudieran votarla. Se trata de un hecho gravísimo, que refleja la falta de compromiso del PSOE con la igualdad de los ciudadanos insulares.