El Institut d’Estadística de les Illes Balears (Ibestat), adscrito a la Conselleria d’Economia del Govern, es un organismo imprescindible para situar el archipiélago y cada una de las islas en su realidad social y económica.
Lo explicó ayer su directora, Bárbara Barceló, en el Jeni de Es Mercadal, combinando rigor y claridad expositiva, en el primer encuentro organizado por el nuevo presidente del Cercle d’Economia de Menorca, Miquel Àngel Casasnovas.
Gracias al Ibestat y al seguimiento de los miles de datos que procesa y analiza, sabemos que cada territorio insular tiene sus propias dinámicas. Ello se traduce en indicadores en constante proceso de actualización.
Bárbara Barceló no eludió ninguna pregunta y dio todas las respuestas, refutando que hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas. En Balears la clave de su trabajo consiste en la desagregación territorial. O sea, la radiografía de cada isla, a diferencia de la Agencia Tributaria, que se niega a aportar los datos fiscales de Menorca porque los sigue incluyendo, tozudamente, en un totum balear. Algún día habrá que preguntar al ministro de Hacienda de turno por qué siguen instalados en esta negativa a facilitar la recaudación tributaria de los menorquines.
En cambio, Barceló, que da respuesta a todas y cada una de las peticiones que recibe del Consell menorquín y del Observatori Socioambiental de Menorca (Obsam), desveló que el instituto que dirige desde 2023 lleva a cabo durante este año 295 operaciones estadísticas, de las que 80 son responsabilidad exclusiva del Ibestat, 81 aportan información de la Comunidad Autónoma, noventa están segregadas por islas y 135 por municipios.
Recordó Miquel Àngel Casasnovas que el Cercle d’Economia de Menorca nació, el 2011, en Es Mercadal, y que en febrero de 2012 se presentó en Ciutadella. La primera nota de opinión de la entidad, «Menorca en la cruïlla», sigue teniendo vigencia. Bárbara Barceló nos orienta para salir.