QUE se haya destacado para bien que este año el Ayuntamiento de Ciutadella haya contado con un rey Baltasar de raza negra para la cabalgata del 5 de enero en vez de recurrir al controvertido maquillaje facial de una persona blanca. Una costumbre de otros tiempos, iniciada por voluntarios con su mejor intención, pero que genera polémica en los últimos tiempos.
QUE el representante de Més per Menorca no se haya pronunciado, en cambio, sobre la decisión de la misma compañía de recuperar el nombre de «Ciudad de Mahón» para uno de sus barcos.
QUE el diario «El País» cuente en un reportaje con el testimonio del menorquín Vicenç Arnaiz como experto en educación infantil y uno de los impulsores de la red de escoletes en Menorca.
QUE el diputado Josep Castells celebre que la naviera Grimaldi Trasmed utilice el topónimo en catalán del puerto de «Maó», algo que atribuye a que haya pasado de manos españolas a italianas.