El cantante de 'Feel' sufrió el acoso de las fans histéricas durante su carrera con Take That, y tenía tanto miedo de que alguna de ellas se colara en su casa que tuvo que hacer acopio de armas para defenderse. La situación llegó a ser tal que dormía con una pistola y un martillo bajo la almohada.
El éxito cosechado por Take That a inicios de los noventa pilló desprevenidos a los componentes del grupo, que vieron cómo una legión de seguidoras empezaba a seguirles allá donde fueran y a cualquier hora.
Viendo que tanto fervor de las fans podía resultar peligroso para su seguridad, los cuatro jóvenes eran advertidos de que tuvieran cuidado incluso en sus propias casas, ya que era probable que fueran asaltadas.
Ahora, Robbie Williams ha reconocido que se vio en una situación tan extrema que llegó a dormir con un par de armas cerca, por si las moscas.
«Hay quinientas chicas fuera de tu casa y la policía tiene que cortar la calle. Vienen autobuses desde Alemania y cincuenta chicas se bajan, te destrozan el jardín, saltan la verja y te roban la colada», ha explicado Robbie a Contact Music, recordando aquellos tiempos.
«Estábamos siempre bajo amenaza de que nos robaran», continúa el cantante, y reconoce: «Yo dormía con una pistola y un martillo debajo de la almohada».