La relación de 23 años entre Susan Sarandon y Tim Robbins acabó en diciembre del año pasado, algo que resultó chocante para la propia actriz, que siempre pensó que pasaría el resto de su vida con el ganador del Oscar por «Mystic River».
La pareja se conoció en 1987 durante el rodaje de «Bull Durham» y, tras haber conformado una de las relaciones más estables de Hollywood, el anuncio de su separación llegó en diciembre del año pasado. Nunca se llegaron a casar pero tuvieron dos hijos: Jack, de 21 años, y Miles, de 18.
«La gente se me acercaba por la calle y me decía que no habían parado de llorar al enterase», dijo la actriz al diario británico Telegraph, según recoge el último número de la revista especializada People. «Bueno, pues yo estaba más triste aún! Jamás pensé tampoco que fuera a ocurrir», añadió.
Según explicó Sarandon, el amor entre ambos se había agotado. «En ocasiones decides traer gente a tu vida. Puede que tengas una relación para tener hijos, y te das cuenta de que te sientes completa tras ese punto», comentó.
Sarandon, de 63 años, dio a conocer los motivos por los que la pareja decidió no casarse. «Siempre me gustó la idea de elegir estar con alguien. Pensé que si no nos casábamos no bajaríamos la guardia tan fácilmente. No sé si después de más de 20 años eso seguía siendo verdad», apuntó.
Eso sí, la intérprete, ganadora del Oscar por «Dead Man Walking», no desvela si ahora mantiene una nueva relación sentimental, incluido Jonathan Bricklin, de 31 años, con el que se la asocia últimamente.
«Tienes que tomártelo con humor», comentó sobre esos rumores. «Hay mucha gente en mi vida en este momento», añadió.
Sarandon concluyó la charla describiéndose a sí misma como «una monógama seria» y también algo «hippie».