Después de varios años luchando en los juzgados acusado de violencia doméstica contra su ex pareja y madre de su quinta hija, Oksana Grigorieva, el actor ya conoce su sentencia: no irá a la cárcel, quedará en libertad condicional no supervisada y tendrá que atender a un curso de orientación psicológica para controlar su ira.
No solo eso. Para saldar sus cuentas con la justicia, el protagonista de Braveheart tendrá que abonar además una multa de 420 euros y realizar un total de 16 horas de servicios comunitarios dentro de la organización 'Mending Kids' cuyo cometido es garantizar la salud de los niños.
Mel Gibson ha llegado a un acuerdo para, en palabras del miembro de la acusación Simone Shay, «minimizar el trauma y el impacto de cualquier procedimiento para la víctima y sus testigos», según ha recogido la revista 'Hola'.
Por su parte, la abogada defensora del actor, Blair Berk, ha afirmado que el intérprete está de acuerdo con el pacto porque considera que es lo mejor para su hija, Lucia Anne, nacida el 30 de octubre de 2009.
Su mujer rompió con el actor el pasado mes de abril
Parece que este es el punto final de una historia que comenzara el pasado mes de abril cuando Grigorieva hizo pública en una rueda de prensa su ruptura con el actor: «Hemos roto de un modo repentino. Lamentablemente no puedo decir la razón, pero pronto la averiguaréis».
Tras sus declaraciones, la joven denunció por malos tratos al actor quien, por su parte, se defendió diciendo que pegó a su pareja para defender a su hija: «La golpeé una vez con la mano abierta en un intento de volverla a la realidad. No la abofeteé fuerte. Sólo intentaba que parase de gritar y de mover a Lucía de un lado para otro».