Carla Bruni, la esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reunió ayer, ya visiblemente embarazada, con las primeras damas que asistían a la cumbre del G-8 de Deauville, en la costa de Normandía.
Un amplio vestido blanco permitió apreciar con claridad el embarazo de la cantante y ex modelo franco-italiana.