El mundo de la alta costura y la «jet set» española se han dado cita hoy en Getaria (Guipúzcoa) en la inauguración del museo dedicado al modisto Cristóbal Balenciaga, que ha presidido la reina Sofía.
En un día cubierto y lluvioso, la reina ha descubierto la placa inaugural en el atrio del museo, tras ser recibida por un «aurresku» interpretado por el Orfeón Donostiarra.
El presidente fundador de la Fundación Balenciaga, el modisto francés Hubert de Givenchy, ha asistido a la ceremonia, a la que se han sumado diseñadores españoles como Modesto Lomba, Joaquín Trías, Francis Montesinos, Juanjo Oliva y Amaya Arzuaga.
Personalidades como Jaime de Marichalar, Beatriz de Orleans, Nati Abascal, Carla Royo-Villanova y Carmen Martínez Bordiú, que lució un vestido de novia de Balenciaga en su boda con Alfonso de Borbón, han formado parte de una lista de 375 invitados que han acudido al acto, al igual que los fotógrafos Alberto Schommer y Manuel Outumuro, éste último autor de las imágenes del cuidado catálogo del museo.
Ha sido una breve ceremonia, que ha continuado con la visita de doña Sofía y el resto de asistentes a las salas que albergan los vestidos del modisto, parte de la colección de 1.200 piezas de la Fundación Balenciaga.
Esta entidad, de la que forman parte el Ministerio de Cultura, el Gobierno Vasco, la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de Getaria, cuenta también con patronos privados y tiene como presidentes de honor a los reyes de España y como presidenta del comité de honor a Fabiola de Bélgica, a la que perteneció el palacio Aldamar de Getaria, integrado ahora en el museo.
Su vicepresidenta, Sonsoles Díez de Rivera, ha ejercido de maestra de ceremonias ataviada con un Balenciaga de 1965, muy satisfecha por haber culminado una labor de muchos años, en la que también reconoce haber sufrido.
«No me lo puedo ni creer. Estoy muy emocionada. No sé si le habría gustado o no (a Balenciaga), pero lo he hecho por cariño hacia él y hacia mi madre», ha añadido la hija de la maestra de Llanzol, que ha cedido al museo algunos de los vestidos que el modisto creó para ambas.
Díez de Rivera ha reconocido también algunos «balenciagas» entre los modelos que lucían las invitadas a la inauguración, aunque otras han optado por diseños más actuales, como la ministra de Cultura, Angeles Gonzalez-Sinde, que ha elegido un vestido negro de Nihil Obstat.
Beatriz de Orleans, que ha calificado el museo de «impresionante» y «espectacular», ha querido «homenajear» a la moda española con un vestido blanco de Pedro del Hierro.
Más inclasificable ha sido el «look de Suzy Menkes, la gurú de la moda del International Herald Tribune, que se encontraba entre las invitadas, muchas de ellas antiguas clientas del maestro.
El lehendakari, Patxi López, y el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, formaban parte de la representación institucional que ha acudido a Getaria, adonde también se han desplazado diseñadores como Amaia Ocariz, Jon Fiz, Juan Duyos, Blanca Zurita, Fernando Lemoniez y los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz, creadores de la firma Ailanto.
Esta reunión social en torno a la figura de Balenciaga ha concluido con un cóctel servido por Bokado con la colaboración de Juan María Arzak, construido siguiendo la temática de las seis salas del museo: «Comienzos», «Día», «Cóctel», «Novias», «Esencial» y «Noche».
El menú ha partido de Getaria, como el modisto, con anchoas de la zona «entre alfileres», gildas, bonito y cuajada de guisantes; y ha pasado por París, Barcelona, Madrid y San Sebastián, donde Balenciaga tuvo sus talleres, con «foie» con higos, sardina con sandía, jamón y «kokotxas» rebozadas, hasta completar una variedad de 24 «pintxos».
Tras la inauguración oficial, el Balenciaga Museoa abrirá sus puertas al público el próximo viernes.