El mallorquín Jacinto Rosselló Solivellas, que se hizo pasar durante 20 años por príncipe, pide perdón a través de una entrevista concedida a la revista Vanity Fair. Asegura estar pagando ahora todo daño que ha provocado. "He arriesgado mucho. Por eso Dios me ha castigado. A todo cerdo le llega su San Martín (...). Yo tengo sentimientos, no soy un ogro que lo ha premeditado todo fríamente. No pasa un sólo día sin que me arrepienta de muchas de las cosas que he hecho", confiesaal mismo tiempo que desvela que está gravemente enfermo.
Rosselló dice que la enfermedad que tiene es un castigo de Dios. Además justifica su mentira debido a la traumática infancia que vivió. "Se metieron tanto conmigo por cómo era que tuve que hacerlo". Ahora, "no puedo comer, el disgusto es... ¿Qué voy a hacer ahora que me han destapado? ¿Dónde trabajaré ahora? La gente me señalará por la calle y a mi madre, mi abuela (...). No he ahorrado nada, he vivido muy bien. Tendré que poner todos mis bienes a la venta y exiliarme como Urdangarin. Tanto tiempo gastado, tanto esfuerzo y dinero, ¿Para qué?", confiesa a la publicación.