Lindsay Lohan solo tiene 26 años y esta joven ya ha vivido muchas más experiencias que gran parte de los mortales que pueblan el planeta Tierra. Ha acudido a las mejores fiestas, a desfiles de moda, se ha rodeado de las celebrities más admiradas y se ha hecho con todos los caprichos que ha querido. Pero a pesar de ello, no todo han sido alegrías en su vida.
Cuando tenía tres años sus padres Michael y Dina Lohan, se separaron protagonizando fuertes escándalos. Tiempo después se volvieron a reconciliar y solo dos años más tarde pusieron de nuevo las armas de guerra sobre la mesa con un otro tormentoso divorcio para la joven actriz.
Además, Lindsay se inició muy pronto en el mundo del espectáculo y con solo 17 años ya pasó a protagonizar la película ¡Ponte en mi lugar! junto a Jamie Lee Curtis, papel al que le siguió ¡Chicas malas!, un largometraje que recaudó 129 millones de dólares en todo el mundo y elevó a Lindsay a los primeros puestos de la fama mundial, siendo admirada por millones de adolescentes en todo el mundo.
Precisamente esta fama precoz y los diversos problemas familiares que tenía que soportar dieron forma a un cóctel explosivo que generó más de una crítica y burla entre sus compañeros de colegio.
«Tras rodar Chicas Malas muchos de mis compañeros se burlaban de mí, y después cuando la gente se enteró de que mi padre estaba en la cárcel la situación en el colegio empeoró», llegó a comentar la actriz. «Me insultaban, me ponían la zancadilla y cosas por el estilo».
Estas confesiones tuvieron lugar hace unos días cuando en el programa de Katie Couric entrevistaron a una joven de 16 años llamada Whitney Kropp que sufría acoso escolar, más conocido como bullying.
En este momento, Lindsay no pudo evitar recordar su pasado y quiso expresar su apoyo a la joven a través de su perfil personal de Twitter en donde dijo: «Creo que Katie Couric lo hizo genial hoy en su programa; me ha hecho llorar con la historia de la preciosa Whitney Kropp. Me encantaría conocerla #stopbullying».