Este año no ha habido lluvia, ni calor, ni frío, este año la noche de los fideus de vermar en Can Arabí ha contado con una meteorología excelente. Una larga procesión de coches anunciaba ya mucho antes de llegar al recinto que la afluencia iba a ser espectacular.
Muchas personas optaban por llegar caminando, cargados de platos y vasos, pero todos se apresuraban a coger un buen sitio para disfrutar de uno de los actos con más sabor tradicional y espontaneidad del vermar en Binissalem.
Las enormes ollas de fideos cocían a fuego lento mientras los asistentes se iban surtiendo de vino para acompañar sus platos y aguardaban pacientemente su turno para degustar, como manda la tradición, unos buenos fideus de vermar .