Fin de semana complicado para Íñigo Onieva. La madrugada del sábado la Policía Nacional llevó a cabo una macrorredada en 'Lula', la discoteca donde el novio de Tamara Falcó trabaja como director de imagen y relaciones públicas. Los agentes registraron los baños y los reservados para comprobar si se estaba produciendo alguna infracción, y además cachearon a los clientes. Aunque finalmente no hubo ningún detenido, tal y como informa El programa de Ana Rosa «se incautaron drogas y se llevaron a cabo denuncias por consumo y tenencia de sustancias estupefacientes».
El dispositivo contó con 40 policías nacionales, cuatro unidades de la UPR, nueve del GOR y de la comisaría de centro. La macrorredada, según el programa de Telecinco, comenzó a la una de la madrugada y duró dos horas, hasta las tres. Desde el club han aclarado que Onieva no es propietario, sino que se encarga «de la promoción del local y de captar clientes». Al margen de esta polémica, Íñigo vive un buen momento personal. Este mismo jueves ha posado junto a la marquesa de Griñón en el desfile de Pedro del Hierro, una aparición en la que ambos han asegurado que están muy ilusionados con su boda, que se celebrará el mes de julio.
La hija de Isabel Preysler ha dado más detalles a los medios sobre la celebración: «Tenemos muchos equipos detrás que nos están ayudando, yo creo que va a salir todo muy bien. Espero que no llueva. Íñigo se está implicando en todo. Me ha intentado sacar información de mi vestido, pero no pienso decir nada sobre mi vestido». Tamara también ha asegurado que tiene todo el apoyo de Isabel: «Mi madre e Íñigo se llevan bien. Ella respeta mucho nuestras decisiones. Evidentemente le pilló por sorpresa que yo cambiara de opinión. Ella cuando me cambia el tono sé por dónde va la cosa, y lo entendí. Al final una amiga me dijo que tenía que darles tiempo a todos mis amigos porque claro, nosotros no vemos todo lo bueno que vosotros tenéis como pareja».