Ana García Obregón y Ana Sandra ya están en España. La actriz y la pequeña aterrizaron la mañana de este miércoles en el aeropuerto de Madrid. Dos meses y nueve días después del nacimiento en Miami de su nieta biológica, las dos llegaron al país acompañadas por unas amplias medidas de seguridad para instalarse en La Moraleja. Este mismo viernes la bióloga ha atendido a los medios y ha explicado que todavía tiene «las maletas hechas» y que está muy ocupada «esterilizando biberones».
Eso sí, ha asegurado que ha «vuelto a vivir» y que tenía prisa para volver a casa: «Voy a hacer pocas declaraciones porque he dejado a Anita, que me he ido a hacer el color del pelo porque estaba hecha un desastre». Visiblemente cansada, ha explicado que está volcada en el cuidado de la pequeña y que no se quita las gafas de sol porque lleva «cuatro días o tres meses sin dormir», ha reconocido sonriendo. En un momento dado, uno de los periodistas le ha preguntado si su nieta tiene DNI o si ha conseguido el pasaporte español: «Eso ya veremos, pero Anita es española de corazón», ha zanjado.
El nacimiento de la pequeña causó un gran revuelo en España e incluso llegó al Congreso de los Diputados. La ministra de Igualdad, Irene Montero, recordó que la gestación subrogada «no es legal en España», mientras que la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló que es «una forma más de explotación del cuerpo de la mujer». Y es que la conocida actriz puede tener problemas para inscribir a la menor en España, aunque siempre se ha mostrado muy tranquila con el procedimiento legal y su entorno ha remarcado que está «bien asesorada».
Por su parte María Dolores López-Muelas, vocal de la Asociación Española de Abogados de Familia, indició en Efe que es un caso complicado: «Esa resolución judicial se va a mirar con lupa porque parece ser que el material genético es del hijo». La clave es si en la sentencia se especifica el origen de este material o si solamente aparece Obregón como madre intencional. Si es así, en principio no habría problema para inscribir a Ana Sandra en España, «pero si la niña es hija de su hijo, esa inscripción se podría impugnar en España por la Fiscalía porque es contraria al orden público español».