Con el paso de los años, Kiko Matamoros se fue convirtiendo en uno de los colaboradores estrella de los programas de Televisión. Sobre todo de Telecinco, donde hizo carrera como tertuliano tras una larga lista de programas en los que participó.
Entre los más recordados están Sálvame y Crónicas Marcianas. Precisamente sobre este último ha tenido unas palabras en el pódcast Special people club, de Esty Quesada.
Ella, que se considera muy fan del espacio que presentaba Javier Sardá, no dudó en preguntarle a Kiko, que, por aquel entonces, era uno de sus colaboradores más destacados.
"¿Cómo recuerdas esa época? Yo era superfan, me acuerdo de que me quedaba viendo la tele porque estaba fascinada", preguntaba la joven, conocida por el sobrenombre 'Soy una pringada'.
"Fue una época en la que se hacía una televisión salvaje, hoy sería totalmente impensable. Era muy divertido trabajar allí porque había mucha libertad. No solo había mucha libertad, sino que había mucho ingenio y había mucho conocimiento del medio y de lo que la gente demandaba y de lo que esperaban de ti", sostiene el exmánager.
"Era un maestro. Para mí ha sido una decepción luego. Es decir, esa negación de lo que has hecho... Él tenía un monitor escondido en la mesa y él lo iba viendo todo y te indicaba lo que tenías que ir haciendo", indica el tertuliano de Ni que fuéramos Shhh sobre el presentador del recordado formato de las madrugadas en Telecinco.
Además, Matamoros ha dado un dato que ha sorprendido mucho, y es la elevada cantidad de dinero que sobraba por cada aparición. "Era cojonudo. Me llevaba 4.000 pavos por 40 minutos en la mesa. Mi hermano dice que se llevaba 18.000 euros. Eso es mentira, llegó a cobrar 6.000 por programa. Dice que se fue, pero le echó Sardá", confiesa.