A pesar de que forman una de las parejas mejor avenidas y más fuertes del panorama social en las últimas décadas, el matrimonio que forman David Beckham y Victoria podría estar atravesando por un momento difícil. Y todo por una particular afición o hobby del exfutbolista, que puede llevarlos, en un futuro no muy lejano, a tener que afrontar un estilo de vidas que les obligue a llevar vidas separadas.
Según revela una fuente cercana al matrimonio a la revista Heat, la diseñadora está muy preocupada por la afición que está cogiendo su marido a practicar como agricultor en el campo desde que sus tres hijos mayores, Romeo, Cruz y Brooklyn, han abandonado el hogar familiar. Un hobby que ella no comparte, ya que, hasta ahora, siempre ha sentido más apego por el estilo capitalino de Londres.
Esto provoca que, hasta ahora, tengan que dividirse para llevar a cabo su estilo de vida. «David siempre se ha sentido en su hábitat cuando está en los Cotswolds, que es donde, en definitiva, se siente más feliz. Si bien a Vic le encanta verlo sumergirse en su personaje de 'señor de la casa', le preocupa que estén en trayectorias diferentes y le preocupa que con el tiempo eso pueda llevarlos a vivir vidas separadas», asegura esa fuente.
Así, el problema llega con la visión de futuro del matrimonio. «David no ha ocultado su deseo de mudarse permanentemente al campo para llevar un ritmo de vida más tranquilo y relajado ahora que los chicos se han ido, y es algo de lo que él y Vic han hablado mucho y lo han considerado seriamente», detalla la fuente, que asegura que el exjugador ya estaría «preparado» para dejar atrás la vida en la capital.
Ella, no: «Vic creció en Hertfordshire, por lo que vivir en el corazón de Londres todavía le resulta emocionante, incluso después de todos estos años», asegura. «Victoria está muy comprometida con su vida en Londres, donde se encuentran tanto su oficina central como su tienda insignia. Le encanta su vida allí», indica. Además, se realiza profesionalmente. «Está muy activa con su marca de moda y belleza, y le encanta poder pasarse por la oficina para las reuniones y supervisar todo lo que sucede en la sede central. Disfruta del bullicio de estar en la ciudad: los eventos y los restaurantes elegantes, por no hablar de todos sus salones de belleza y esteticistas de confianza que están a tiro de piedra. Le preocupa sentirse sola y aburrida pasando todo su tiempo en los Cotswolds», explica.
Esta persona indica que, aunque el matrimonio ha hablado de este problema, de momento, aunque lo sobrellevan, no han llegado a una solución clara: «Cuando Vic le expresó sus preocupaciones a David, él insistió en que no esperaba que ella abandonara su vida en la ciudad y que podría llegar a un acuerdo y trabajar de forma remota y viajar a Londres quizás una o dos veces por semana. Él quiere que tengan lo mejor de ambos mundos. Sus amigos y familiares la han instado a ser honesta sobre sus preocupaciones y tal vez a que elabore un cronograma para David, que muestre cuándo estaría lista, para que al menos él sepa que sucederá en algún momento. Pero, por ahora, ella le ha dicho que está dispuesta a pasar más tiempo allí, pero, en lo que a ella respecta, una mudanza permanente aún está muy lejos».