Una nueva biografía no autorizada sobre la reina de la televisión estadounidense, Oprah Winfrey, intenta desenmascarar los secretos mejor guardados de una de las presentadoras más conocidas y publicadas en Estados Unidos.
Winfrey misma ha confesado y relatado a sus seguidores que vivió una infancia miserable, sufrió abusos sexuales de pequeña o dio a luz de adolescente a un niño que murió poco después.
Su duro pasado es parte del exitoso personaje construido en el programa «The Oprah Winfrey Show», el «talk show» diurno con más audiencia de la historia de EEUU y el que más tiempo lleva emitiéndose.
Pero Kitty Kelley, una biógrafa de fama despiadada que hizo millones con libros como el que desveló los supuestos encuentros entre la ex primera dama Nancy Reagan y el cantante Frank Sinatra, habla de otra Winfrey.
Su libro «Oprah: A Biography», que saldrá a la venta mañana en Estados Unidos, describe una personalidad fría, calculadora y manipuladora que obliga a todos los que la rodean a firmar acuerdos de confidencialidad, que «exagera» historias y esconde «otras» que han marcado su personalidad.
Entre las revelaciones adelantadas, Kelley habla de su promiscua adolescencia, pone nombre al niño que murió y confiesa saber quién es el padre de Winfrey, aunque se niega a divulgarlo a la espera de que su madre se lo diga antes a la presentadora.
También relata detalles de la relación con su madre, quien cuenta casi con un cheque en blanco que le permite comprar sombreros por 500 dólares y tener chóferes que tienen sus propios chóferes, pero que no tiene el número de teléfono de su hija.
La biógrafa se atreve a negar las historias de abusos sexuales y asegura en una entrevista a USA Today que «ninguno de sus familiares las cree, pero ahora es tan rica y poderosa que todos temen contradecirla».
La escritora dedicó cuatro años de investigación, recurrió a 2.732 entrevistas que Winfrey ha concedido y realizó otras 800 a personas de su círculo, entre ellos, a sus propios familiares en el pueblo donde creció en el estado de Misisipi.
Pese a que señala que ha tratado con respeto a su «víctima», Ketty sabe que Winfrey no estará contenta con el libro, pero también que la fidelidad de sus seguidores está garantizada.