Lucía Pariente se ha convertido este jueves en la última expulsada de Secret Story. La madre de Alba Carrillo se ha despedido del programa entre lágrimas y ha lamentado «haber empezado tan fuerte, pero la vida es todo o nada...».
La modelo ha intentando consolar a su madre con unas bonitas palabras: «A veces los concursos son injustos, yo lo hice peor que ella y llegué más lejos. Todos están orgullosos, tus amigos, papa, el niño y yo la primera».
Lucía se enfrentaba a Adara Molinero, que por el momento se mantendrá en la casa dos semanas más, ya que no ha sido nominada. La madrileña vive un momento complicado ya que no para de darle vueltas a su ruptura con Rodri Fuertes.
Tal y como explicó a Jorge Javier Vázquez, tiene miedo a enfrentarse a lo de fuera: «Antes de entrar se quedó todo zanjado pero con su llamada no sé que piensa». El programa, para intentar animar a la joven, le mostró un mensaje de su exnovio en el que pedía su salvación, un texto que no convenció a la concursante: «Es un mensaje que te puede mandar un amigo o tu vecina».
El presentador intentó ser claro con la participante y le dio un honesto consejo: «Yo creo que él ha sido muy claro, ¿no? Otra cosa es que te quieras engañar».
«Te voy a dar un consejo sobre mi experiencia con los hombres heterosexuales. Los hombres heterosexuales no tienen matices, ni juegan a la estrategia ni esperan un ratito al mensaje. No, no están dotados para eso, son más primarios. Y no estoy cargando con Rodri porque él ha sido muy claro. Te diría que le enviases un mensaje pero vamos a mirar hacia el futuro. Primera regla: no enviar mensajes donde no hay que sembrar. Cuando es no, ¡es no!», ha concluido el periodista.