La guerra entre la familia de Rocío Jurado continúa. El programa Montealto, protagonizado por Rocío Carrasco, está dando mucho que hablar y una de las personas que ha querido opinar sobre todo lo que se está comentando en el formato de Telecinco ha sido Gloria Camila. La semana pasada Carrasco intentó acercar posturas con su hermana, pero indicó que era muy complicado que tuviesen relación porque «en esta banda hay muchos que tocan». Y es que, según la hija de la más grande, su familia se ha dejado manipular por un «maestro», en referencia a Antonio David Flores, unas palabras que han molestado mucho a Gloria, ya que desde su punto de vista ella tiene «un maestro mucho peor».
«Hay otra versión que no se ha encargado de contarme. Parece ser que incluso colaboradores de esta cadena como Alejandra Rubio saben más que yo. Desconozco lo que va a contar, pero si en mi banda hay un maestro en la suya hay otro que a veces es peor que el mío, Fidel», aseguró en el programa de Sonsoles Ónega. «Para mí es negativa su influencia. Se dirigía a nosotros como: los inmigrantes y hacía unos comentarios hacia mi padre... Una vez me pregunto qué edad tenía porque decía que estaba para el arrastre», reveló. Por la noche, en la nueva entrega de Montealto, Rocío no quiso entrar en detalles: «Me ha parecido una intervención equivocada y temeraria. Yo ahora mismo no te voy a contestar».
La presentadora prefiere tomarse unos días para reflexionar y, cuando se vea preparada, explicará su versión. El pasado viernes Rocío ya habló de forma detallada sobre el distanciamiento que tiene con sus hermanos, Gloria Camila y José Fernando. La hija de Pedro Carrasco aclaró que cuando su madre y Ortega Cano adoptaron a sus hermanos ella ya tenía más de veinte años y era madre de dos hijos, motivo por el que su relación no fue tan estrecha. Respecto a sus declaraciones en las que aseguraba que le hubiese gustado tener hermanos, indicó que se refería a cuando era pequeña: «Me hubiera gustado estar rodeada de niños y jugar».