Mallorca se ha convertido en los últimos dos años en parada obligada para las vacaciones de Cristiano Ronaldo, su mujer, Georgina Rodríguez, y sus seis hijos. La pareja no pierde oportunidad de visitar la isla y sus paisajes paradisiacos cada vez que su agenda se los permite. Durante el verano de 2021 la pareja se alojó durante unas semanas en el Castell de Manresa, en Alcúdia, una exclusiva villa con absoluta privacidad y vistas al mar. En 2022 decidieron repetir destino pero cambiaron la ubicación y disfrutaron de lujosa mansión cerca de Bunyola.
Ahora, con el estreno de la segunda temporada de la nueva temporada del reality «Soy Georgina» en Netflix, ha sido la modelo la que ha revelado el motivo por el que ella y su familia han optado por viajar a Mallorca durante sus semanas de descanso. En los primeros capítulos de la serie, la esposa del futbolista aparece preparando sus vacaciones, en los que bajara varios destinos, para finalmente volverse a decantar por la mayo de las Baleares.
Y es que, según explica la misma Gio, la pareja necesita muchas habitaciones para alojar a su numerosa familia y a los amigos que son invitados a pasar unos días con ellos. También requiere que la casa tenga «un poquito de privacidad» que la aleje de miradas indiscretas de teléfonos móviles y paparazzi, así como estar cerca de la playa «y que puedas estar».
Un requisito que las dos villas en las que ha estado alojada durante sus estancias en la Isla cumplían a rajatabla. De hecho, en la primera temporada aseguró: «La casa está a pie de mar, con un gran jardín y una piscina alejada de la casa para que nadie moleste durante la siesta. En Mallorca nos encanta disfrutar de la piscina, la playa, los restaurantes y la cama».
A pesar de que en la primera temporada del reality muestran más su estancia en la Isla, en esta segunda entrega también aparece en varios momentos destacados para la pareja. Durante los primeros capítulos se puede ver como la Isla se convirtió en un refugio para la pareja tras la perdida de uno de sus gemelos y como también aprovecharon para celebrar el cumpleaños de su hijo mayor, Cristiano Junior.
Sin duda, la pareja es una enamorada de las Baleares, ya que durante la serie también habla de la posibilidad de pasar unas vacaciones en Menorca. Relajada junto a unas amigas en Cerdeña, la modelo responde a la pregunta de una de ellas: «¿Cómo decidisteis venir aquí, yo pensaba que estaríais en Menorca?». Con la espontaneidad que la caracteriza, Georgina confirma que busca chalés para poder pasar sus vacaciones en Menorca, pero ninguno cubría sus expectativas. «Estuve mirando una casa para Menorca pero está súper complicado conseguir unas villas cómodas para las vacaciones», asegura.
Y es que, la modelo se ve futuro en el mundo inmobiliario. Estar tanto tiempo buscando casa de vacaciones la ha convertido en toda una experta, tanto que incluso baraja la posibilidad de dedicarse en el futuro a esta actividad y montar una empresa con sus amigos. La segunda temporada del reality «Soy Georgina» está disponible en Netflix y, como ya pasó con la primera, está generando multitud de comentarios entre los espectadores por el ritmo de vida (y de gastos) que disfruta la mujer del futbolista, que ejerce al mismo tiempo de madre de familia numerosa. Aunque no todo, como puede comprobarse, para ella es de color de rosa.