Wyoming comenzó este martes su monólogo en El Intermedio reconociendo con ironía que «como habréis comprobado por mi tipito, soy muy aficionado al deporte, veo de todo, pero desde el sofá». «De joven practiqué kárate, y el primer día, el sensei me dijo: Si entrenar 10 horas diarias, 7 días a la semana durante 10 años, llegarás a conseguir el cinturón negro», recordó.
Y bromeó diciendo: «Pensé que eso era demasiado esfuerzo para un cinturón, casi que mejor sigo con los tirantes... aun así creo que el deporte es muy bueno, puesto que mejora la salud física y mental e incluso, la imagen de los países». El presentador se refirió al caso de Arabia Saudí, «una teocracia que no respeta los derechos humanos, trata a las mujeres como seres de segunda, oprime a los homosexuales y a los disidentes políticos les mete caña. Una joya de país».
«Los saudíes han decidido mejorar su imagen a golpe de talonario y ahora mismo están comprando todo tipo de eventos deportivos: la Supercopa de España, la de Italia, el Dakar, la Fórmula 1 y ¡hasta han creado circuito propio de golf!», exclamó el madrileño. Su último fichaje ha sido Rafa Nadal, «que se ha convertido en embajador del tenis de ese país, algo que me da un poquito de pena porque hablamos del que, probablemente, sea el mejor deportista español de la historia, todo un ejemplo, un referente», aseguró el conductor del programa.
Wyoming se lamentó diciendo: «¿De verdad necesitaba al final de su carrera participar en este lavado de imagen de un país que viene a ser como el Darth Vader de la comunidad internacional?». «Imagino que Nadal, como tantos otros deportistas contratados por Arabia Saudí, se llevará un buen zurrón de petrodólares, pero yo, inocentemente, suponía que el deporte transmitía valores más allá del dinero, parece que no», comentó.
Para concluir, afirmó antes de dar comienzo al programa del día que «habrá que cambiar el lema olímpico de más alto, más rápido y más fuerte, por el de más pasta y más cifras».