Norma Duval ha sido la protagonista del último programa de El camino a casa. Albert Espinosa y la actriz se trasladaron a Madrid, más en concreto al colegio Carmelo Teresiano, donde la vedette explicó al presentador de La Sexta que solía jugar al baloncesto con las monjas. «La experiencia que viviste aquí, ¿qué te reporta a ti ahora en la vida?», quisieron saber las que fueron sus maestras. En ese momento Norma no pudo evitar emocionarse: «Me reporta la educación que me distéis... Todo viene de aquí. Esos valores no se pierden... Mi madre se crio en un colegio de monjas, es andaluza. Y se quedó huérfana por temas de la guerra y estuvo en un colegio de monjas, era una mujer muy católica y muy religiosa, la trataron muy bien. Y la ilusión de mi madre era que yo me educara en un colegio de monjas».
La artista también recordó a su hermana Carla, que falleció en octubre de 2010 a los 46 años tras una larga enfermedad: «La echo mucho de menos. Era más como una hija que como una hermana y es una herida que nunca se cura. Al final, a todas las familias nos falta alguien. Hay que sobrellevarlo y hay que aceptarlo, pero yo no lo acepto. Ella no debería haberse ido tan pronto porque no le tocaba», lamentó. Eso sí, también hubo momentos de alegría cuando Purificación, que es su nombre real, habló sobre sus inicios sobre el escenario: «Siempre tuve dentro a Norma Duval, pero no pude desarrollarla hasta los 16-17 años. Norma es por el grupo Norma Jean y Duval por La dama de las camelias».
Y es que el personaje del que estaba enamorada la protagonista de la novela, Margarita Gautier, se llamaba Armando Duval. Además, reveló el motivo por el que no come carne: «Un día cuando volvía del colegio a casa había unos pollitos en el suelto y cogí uno. Cuando creció resultó ser ¡un pavo real! Unas Navidades me dijeron que se había escapado, pero yo creo que acabó en la cazuela. Desde entonces, estoy reñida con la carne. No como animales».