Pocos conocen que la belleza natural de Mallorca, una de las joyas del Mediterráneo, fue el telón de fondo para una de las producciones audiovisuales más conmovedoras de la pasada temporada navideña. Y es que, en 2024, Disney lanzó un cortometraje que capturó la atención de millones de espectadores en todo el mundo, y su rodaje tuvo lugar, en parte, en Mallorca.
El cortometraje en cuestión, titulado The Boy & The Octopus (El niño y el pulpo), es una obra que fusiona la magia de la Navidad con una narrativa tierna y original. Lo más sorprendente es que detrás de esta producción se encuentra el visionario director neozelandés Taika Waititi, una figura prominente en Hollywood, conocido por su estilo único y su habilidad para combinar humor y emoción en películas como Lo que hacemos en las sombras o la aclamada Jojo Rabbit. Su elección de Mallorca para parte de este proyecto no solo destaca la versatilidad de la isla, sino también el atractivo que ejerce sobre cineastas de primer nivel.
La cinta, que rápidamente se convirtió en un fenómeno viral, acumuló más de cinco millones de visualizaciones en YouTube en apenas unos días tras su lanzamiento en 2024. Este éxito rotundo no solo se debe a la dirección magistral de Waititi o a la emotiva trama, sino también a la impactante calidad visual que ofrecen los escenarios naturales, entre los que Mallorca jugó un papel fundamental. La historia narra la peculiar amistad entre un niño y un diminuto pulpo, una premisa que, aunque inusual, resuena profundamente con el espíritu de la conexión y la aceptación.
El encanto mallorquín en la gran pantalla
La trama de The Boy & The Octopus se desarrolla en un contexto veraniego, lo que explica la elección de Mallorca. El cortometraje presenta a un niño, interpretado por Solomon Horta, que durante unas vacaciones estivales sufre un pequeño incidente en el mar. Al regresar a tierra firme, descubre con asombro que un diminuto pulpo se ha acoplado a su cabeza. Lo que inicialmente podría parecer una situación incómoda o incluso desagradable, se transforma rápidamente en el inicio de una relación de amistad y complicidad. Esta inusual pareja debe aprender a convivir y adaptarse a la vida cotidiana del menor, explorando temas de aceptación, diversidad y la belleza de lo inesperado.
La producción de este ambicioso proyecto contó con la invaluable colaboración de Palma Pictures, una empresa local con una vasta experiencia en trabajar con producciones anglosajonas en Mallorca. Su participación fue crucial para el éxito del rodaje, demostrando la capacidad y profesionalidad del sector audiovisual español. Concretamente, las escenas mallorquinas se filmaron en la espectacular playa de Cala Agulla, situada en la pintoresca zona de Cala Ratjada. En el cortometraje, la playa es perfectamente reconocible, a pesar de haber sido objeto de algunos retoques digitales que realzaron su verdor, creando un contraste aún más vibrante con el azul turquesa de sus aguas.
Mallorca, con su característico sol estival y sus aguas cristalinas, proporcionó el escenario ideal para las secuencias más veraniegas del filme. La isla no solo ofreció sus impresionantes paisajes, sino que también empleó a numerosos profesionales isleños del sector audiovisual.
Taika Waititi: un director con sello propio
El cineasta detrás de esta emotiva historia es Taika Waititi, un director originario de Nueva Zelanda que ha forjado una sólida, aunque ecléctica, carrera en Hollywood. Conocido por su humor irreverente, su sensibilidad para contar historias humanas y su habilidad para mezclar géneros, Waititi ha dirigido películas tan diversas como «Thor: Ragnarok» del universo Marvel, la ya mencionada Jojo Rabbit (ganadora de un Oscar al mejor guion adaptado en 2020), o la serie Our Flag Means Death. Su participación en The Boy & The Octopus añade una capa de prestigio y un estilo narrativo distintivo que eleva el cortometraje más allá de una simple pieza publicitaria.
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