El verano trae consigo muchos placeres culinarios, desde helados hasta ensaladas frescas. Sin embargo, algo tan simple y tradicional como una tortilla de patatas puede convertirse en una fuente de preocupación si no se prepara adecuadamente. Este año, los expertos advierten sobre los riesgos de consumirla poco cuajada durante los meses más calurosos. La tortilla de patatas, con su suave centro y sus bordes dorados, es una delicia que muchos disfrutan, en especial cuando está «jugosa» o poco cuajada en el medio, pero en verano, ese punto meloso puede esconder un peligro que a menudo pasamos por alto: el riesgo de salmonelosis.
La salmonela es una bacteria que puede encontrarse en huevos crudos o que estén insuficientemente cocidos. Si bien la cadena de suministro de este alimento en muchos países ha mejorado significativamente y las incidencias de esta bacteria han disminuido, el riesgo no es nulo, sobre todo cuando el calor proporciona el ambiente perfecto para su proliferación. Durante los meses de verano, las temperaturas elevadas y la humedad pueden acelerar la multiplicación de bacterias en los alimentos, especialmente si estos no se almacenan o cocinan adecuadamente. En una tortilla poco cuajada, si el huevo estaba contaminado, la bacteria podría no haber sido eliminada completamente durante el proceso de cocción.
Los síntomas de la salmonelosis incluyen fiebre, dolores abdominales, diarrea, náuseas y, en ocasiones, vómitos. Estos pueden aparecer entre 6 y 72 horas después de consumir alimentos contaminados y pueden durar entre 4 y 7 días. Aunque muchas personas se recuperan sin tratamiento, en individuos vulnerables, como niños pequeños, ancianos o personas con sistemas inmunológicos debilitados, la salmonelosis puede ser grave o incluso mortal. Para disfrutar de este plato de manera segura este verano, ten en cuenta los siguientes consejos:
Compra huevos frescos: Asegúrate de que los huevos estén sin grietas y guárdalos en la nevera hasta que vayas a usarlos.
Lava tus manos: Antes y después de manipularlos cualquier alimento, lava bien tus manos con agua y jabón.
Cocina adecuadamente: Si eres fanático de que la tortilla esté poco cuajada, considera cocinarla un poco más durante los meses de verano para garantizar que el huevo esté completamente cocido.
Almacenamiento: Si no vas a consumirla inmediatamente después de cocinarla, refrigérala.
Como podemos observar con precaución y sentido común, podrás disfrutar de todas las delicias estivales sin preocupaciones. ¡Buen provecho!