A medida que nos acercamos a la Navidad, esa época del año tan esperada y mágica, se encienden los preparativos y las tradiciones, especialmente en la gastronomía. En este contexto, el panettone, un dulce que cada año gana más adeptos en España, se perfila como un protagonista indiscutible en las mesas navideñas. Nosotros queremos descubrirte diferentes curiosidades sobre este manjar navideño. Basándonos en la información que nos aporta Uco Bakery, la historia del panettone se remonta a la Nochebuena de 1494 en el castillo del duque milanés Ludovico il Moro. Según la leyenda, ante un postre quemado, un sirviente llamado Toni improvisó un pan dulce con lo que tenía a mano: harina, pasas, huevos, mantequilla y cítricos entre otros ingredientes. El éxito fue tal que comenzó a ser solicitado en las panaderías bajo el nombre «pan di Toni», evolucionando al conocido «panettone».
La elaboración de un auténtico panettone requiere tiempo y dedicación. Se tarda al menos 72 horas en su preparación, empezando el primer día por la fermentación con masa madre, seguido de un reposo (el segundo día) y, finalmente, la incorporación de frutos secos antes de hornear. Tras hornearse, estos dulces se cuelgan boca abajo entre 3 y 6 horas, una práctica esencial para asegurar la aireación de la masa y la formación de los característicos alveolos. Un panettone mal elaborado no soportará este proceso y se desplomará. Italia, que se ha tomado en serio la preservación de esta tradición, emitió en 2005 un decreto detallando los ingredientes esenciales del panettone auténtico, descartando el uso de aromas artificiales, conservantes y otros aditivos.
En cuanto a la evolución del diseño, Angelo Motta, propietario de una panadería milanesa, revolucionó el panettone en 1919 ya que cambió su forma y le dio la forma actual con su cúpula distintiva. En pocos años se convirtió en una gran fábrica de producción popularizando este dulce navideño en toda Italia. Además del clásico, existen variantes como el Pandoro genovés, el Chocottone con pepitas de chocolate, y el relleno, adaptándose a distintos paladares.
Para disfrutarlo al máximo, se recomienda cortarlo con un cuchillo de sierra y, si se conserva adecuadamente, puede mantener su frescura hasta un mes. Tradicionalmente es un postre, aunque este producto de origen italiano ha encontrado su lugar en desayunos y meriendas, acompañado, entre otros alimentos de crema de avellanas. El panettone no es solo un dulce, es un símbolo de la Navidad que une tradiciones, sabores y culturas, y en España, su presencia en estas fechas especiales está asegurada, gracias a la pasión y el respeto por la tradición que ponen muchas panaderías.
Receta para hacerlo en casa
Si quieres elaborar este postre en tu hogar te indicamos los ingredientes y pasos a seguir, en este caso es sin masa madre así que hay que tener en cuenta que se pondrá duro entre dos y tres días después de cocinarlo, así que es importante mantenerlo en un recipiente hermético. La clave de esta receta más accesible reside en la simplicidad de sus ingredientes y su preparación. Necesitarás lo básico: harina, azúcar, huevos, mantequilla, levadura, leche y los inconfundibles frutos secos y cítricos confitados que le dan al panettone su característico sabor.
Lo primero es mezclar la harina con la levadura y añadir gradualmente la leche tibia, seguida de los huevos batidos, el azúcar y la mantequilla derretida. Tras obtener una masa homogénea, es momento de añadir los frutos secos y cítricos, mezclando con cuidado para distribuirlos de manera uniforme. A diferencia de la receta tradicional que requiere largas horas de fermentación con masa madre, esta versión simplificada utiliza levadura común, acortando significativamente el tiempo de leudado. Una vez que la masa esté lista, déjala reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño. Este proceso puede llevar aproximadamente una hora, un tiempo considerablemente menor al requerido por la receta original.
Una vez que la masa ha crecido, colócala en un molde de panettone o en un molde alternativo que pueda soportar la masa al expandirse. El horneado debe ser a una temperatura controlada para que se cocine de manera uniforme y adquiera su textura esponjosa y suave. A diferencia de los que son artesanales que se cuelgan boca abajo para enfriarse, este método más sencillo te permite simplemente dejar enfriar el pan en una rejilla. Este postre fácil sin masa madre es la opción perfecta para quienes desean disfrutar de este clásico navideño sin invertir demasiado tiempo o esfuerzo en su preparación. Es una forma deliciosa y accesible de llevar la magia de la Navidad a tu mesa, manteniendo viva la tradición de una manera más sencilla pero igualmente deliciosa.