Con el inicio del nuevo curso escolar 2025-2026 ya a la vuelta de la esquina, padres y estudiantes se enfrentan al tradicional dilema de qué material escolar resulta verdaderamente imprescindible. Una experta en material educativo ha compartido una lista detallada con los elementos fundamentales que no pueden faltar en la mochila de los alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, destacando tanto los básicos como aquellos que pueden marcar la diferencia en la organización y rendimiento académico.
La preparación adecuada del material es crucial para garantizar que los estudiantes cuenten con todas las herramientas necesarias desde el primer día de clase. Según la especialista consultada, «los cuadernos, mejor de tapa dura o de tapa de plástico, para que no se les estropee», constituyen uno de los elementos básicos. Asimismo, recomienda «los recambios para los blogs de anillas, que tenemos estos, son los que llevan los bordes de colores para que los clasifiquen por asignatura», facilitando así la organización por materias.
Los sistemas de archivo también resultan fundamentales en secundaria, donde la gestión eficiente de los apuntes determina en gran medida el éxito académico. «Estos los meten en los archivadores de cuatro anillas», explica la experta, añadiendo que como alternativa existen «los blogs con fundas, para que vayan metiendo los apuntes que tienen que guardar», una solución práctica para mantener ordenado el material de estudio.
El estuche: mucho más que un simple contenedor
El contenido del estuche merece especial atención, ya que constituye el arsenal diario de herramientas para el estudiante. La experta destaca que «en el estuche, mínimo, un bolígrafo rojo, un bolígrafo azul, un lapicero» son imprescindibles para el día a día. Sin embargo, va más allá recomendando opciones que optimizan el trabajo académico: «Los bolígrafos borrables también son muy útiles a la hora de coger apuntes y volverlos a repasar», una característica particularmente valorada por estudiantes que buscan perfeccionar sus notas.
Entre las recomendaciones más específicas, menciona «los bolígrafos calibrados» que permiten una escritura más precisa, especialmente útiles para asignaturas como matemáticas o dibujo técnico. La variedad cromática también tiene su importancia: «Luego tenemos todo tipo de subrayadores, tanto en tono pastel como los de tono fluorescente», herramientas esenciales para la técnica de estudio basada en el subrayado y la organización visual de la información.
Para completar el arsenal básico, no pueden faltar «bolígrafos de cuatro colores» que permiten alternar entre distintos tonos sin necesidad de cambiar constantemente de instrumento. La experta también menciona que «tenemos también las reglas, los pegamentos para si tienen que hacer algún trabajo o alguna cosa», elementos que, aunque puedan parecer secundarios, resultan imprescindibles en numerosas actividades académicas a lo largo del curso.
La importancia de una selección adecuada del material escolar
Elegir correctamente el material escolar no es una cuestión menor. Los especialistas en educación coinciden en que contar con las herramientas adecuadas influye directamente en la motivación, organización y rendimiento de los estudiantes. Un material de calidad, adaptado a las necesidades específicas de cada nivel educativo, puede marcar la diferencia entre una experiencia académica frustrante y una satisfactoria.
Los expertos recomiendan además involucrar a los propios estudiantes en la selección de su material, especialmente cuando se trata de alumnos de secundaria. Esta participación no solo aumenta su compromiso con el cuidado de las herramientas, sino que también fomenta su autonomía y responsabilidad hacia el proceso de aprendizaje. La personalización dentro de unos parámetros razonables puede contribuir significativamente a la motivación.
Otro aspecto a considerar es la durabilidad. Invertir en materiales de calidad que resistan todo el curso puede resultar más económico a largo plazo que adquirir opciones más baratas que deban ser reemplazadas con frecuencia. Los cuadernos de tapa dura o plástica mencionados por la experta son un claro ejemplo de esta filosofía: aunque inicialmente puedan suponer un desembolso mayor, su resistencia compensa la inversión.