¿Te has sentido últimamente más irritable, irascible y con dificultades para enfocar tu atención? Lo que quizás no sospechas es que una de las causas principales podría ser algo tan sencillo y cotidiano como la falta de hidratación adecuada.
Investigaciones recientes revelan que una bajada en el contenido de agua corporal afecta directamente al equilibrio emocional y a la capacidad mental. En este contexto, surge una reflexión clave: cuidar la hidratación podría tener un impacto fundamental en nuestro bienestar emocional y funcional.
Luís Gaviria, mentor y neurocoach con amplia experiencia en salud mental y rendimiento personal, avisa a la sociedad sobre el valor de una correcta ingesta de líquidos para mantener el control emocional y mejorar la concentración, especialmente en tiempos donde el estrés y las responsabilidades cotidianas se multiplican.
Impacto de la hidratación en la salud emocional y cognitiva
Un estudio llevado a cabo por el Laboratorio de Desempeño Humano de la Universidad de Connecticut analizó el efecto de la deshidratación leve en adultos. Concretamente, determinaron que una reducción en los niveles de hidratación corporal induce síntomas claros relacionados con la irritabilidad y un descenso en la atención y funciones cognitivas superiores.
Este fenómeno se explica porque la deshidratación afecta la homeostasis cerebral y produce alteraciones en la neurotransmisión. Como resultado, se observa una reducción en el rendimiento en tareas que requieren concentración sostenida y un aumento en la predisposición a la ansiedad y los arrebatos emocionales.
La importancia de estos hallazgos radica en que si pequeñas alteraciones del balance hídrico ya tienen consecuencias tan palpables, entonces prestar atención a nuestra hidratación diaria puede ser una estrategia sencilla pero eficaz para mantener nuestro bienestar mental.
Dais voz a vendedores de humo. Bastante vergonzoso.