España se prepara para una transformación radical en la movilidad con la introducción de un nuevo distintivo que ya está empezando a verse en las calles y carreteras del país. Se trata de la etiqueta roja para vehículos autónomos, una iniciativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) enmarcada dentro del Programa Marco de Evaluación de la Seguridad y Tecnología de Vehículos Automatizados (ES-AV), que pretende regular las pruebas de conducción automatizada con un enfoque de seguridad y transparencia.
Este distintivo supone un hito porque será el primer medio visual y oficial para identificar de manera clara y rápida a los coches autónomos que están circulando legalmente en fase experimental por la red viaria española. La pegatina, que se colocará en el parabrisas de los vehículos, incluirá detalles esenciales como la matrícula, número de autorización y un código QR, que facilitará a las autoridades verificar en tiempo real la información relativa al turismo en cuestión.
A diferencia de las etiquetas ambientales vigentes, que destacan por sus colores verde, azul o amarillo, esta pegatina tiene un color rojo intenso y un propósito tecnológico enfocado a incrementar la seguridad vial y la confianza ciudadana ante esta nueva realidad tecnológica.
Alcance del programa ES-AV
El programa ES-AV es la base legal y técnica creada por España para afrontar la incorporación gradual y segura de la conducción autónoma en entornos reales. Desde su lanzamiento, este plan ha establecido un sistema de regulación que contempla tres fases claras para el desarrollo y prueba progresiva de los vehículos.
En la primera etapa, llamada fase controlada, la circulación estará restringida a un máximo de tres vehículos equipados con tecnologías de automatización avanzada, siempre con un operador de seguridad presente a bordo. Para esta fase, solo se permiten matrículas temporales españolas, y las zonas de prueba serán muy específicas y limitadas. Además, coches con sistemas de asistencia nivel 2 según la SAE (Society of Automotive Engineers) quedan excluidos, pues se busca testar automóviles con autonomía plena o cercana a ella.
El paso siguiente, la fase extensiva, amplía el límite hasta diez coches funcionando simultáneamente, ya sin restricciones sobre el dominio operativo, lo que implica que podrán circular por diferentes tipos de vías. Aqui todavía será obligatorio un operador de seguridad a bordo, pero se autoriza tanto matrícula temporal como definitiva española.
Finalmente, la fase pre-despliegue permite operar indefinidamente con un número ilimitado de vehículos y flexibiliza la necesidad del operador. Ya puede atenderse de forma remota y se amplía la aceptación a con matrículas definitivas de cualquier país miembro de la Unión Europea. En esta etapa, también se habilita la inclusión de coches en prehomologación, el paso previo para su posible comercialización.
Características y usos de la etiqueta roja
El diseño de la etiqueta roja busca ser altamente visible y reconocible para que tanto agentes de la autoridad como peatones y conductores puedan identificar con rapidez la naturaleza autónoma de un vehículo y cómo debe tratarse en carretera. La inclusión de un código QR permite verificar ágilmente la autenticidad y condición del ensayo para el que está autorizado el automóvil, fortaleciendo los mecanismos de vigilancia y control.
Dado que solo será obligatoria para coches en pruebas reguladas, no veremos esta etiqueta en cualquier vehículo automatizado, sino exclusivamente en aquellos integrados en el programa ES-AV. Esto garantiza que la normativa y supervisión de la conducción autónoma se realice bajo estrictos parámetros de seguridad, minimizando riesgos y aportando certidumbre a la circulación.