La gestión del tráfico y la seguridad vial en España afrontan un importante salto tecnológico con la introducción obligatoria, desde 2026, de las balizas luminosas V16 para señalizar emergencias. A diferencia de los tradicionales triángulos de emergencia, estos dispositivos no solo emiten una señal luminosa visible, sino que además están conectados a una plataforma digital que informa en tiempo real de incidentes en la carretera.
Este avance forma parte de un ambicioso proyecto conocido como DGT 3.0, una plataforma que creó una red inteligente de movilidad al conectar vehículos, infraestructuras, servicios de emergencia y otros actores implicados en la circulación. De esta manera, se proporciona información instantánea y precisa sobre accidentes, averías o cortes de carretera a los conductores, lo que contribuye a una conducción más segura y eficiente. Con esta tecnología, los españoles podrán recibir avisos directamente en sus navegadores sin necesidad de descargar aplicaciones adicionales, una innovación destinada a minimizar riesgos y facilitar la planificación de rutas más adecuadas en tiempo real.
El proyecto DGT 3.0 comenzó a gestarse en 2017 coincidiendo con la proliferación de vehículos «conectados» equipados con tecnologías como 5G, wifi y bluetooth. Estos automóviles son capaces de intercambiar datos con otros vehículos y con la red de tráfico, enriqueciendo la información disponible más allá de las cámaras o los agentes de tráfico en carretera. Según Ana Blanco, subdirectora adjunta de circulación de la Dirección General de Tráfico, «el usuario conectado, manteniendo siempre su anonimato, se convierte en una fuente de datos valiosa». A medida que la plataforma ha incorporado diferentes actores, su red se ha ampliado para ofrecer una cobertura más completa y en tiempo real sobre las condiciones de las vías.
La integración de las balizas V16 y otros dispositivos conectados
A partir de 2026, será obligatorio para todos los conductores contar con una baliza V16 homologada en sus vehículos. Estos dispositivos, además de emitir luz de aviso, se colocan en el techo del automóvil y transmiten a la plataforma la ubicación exacta del vehículo detenido. Esta información se difunde inmediatamente al resto de usuarios que circulen por la zona, permitiendo anticipar posibles peligros.
Es importante destacar que no todas las balizas disponibles en el mercado cumplen con los requisitos para la conexión con la DGT 3.0. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha avisado sobre la venta de modelos sin geolocalización o conexión oficial, que no son válidos para cumplir con la normativa. Por ello, se recomienda adquirir únicamente dispositivos homologados para garantizar su funcionalidad y evitar sanciones.
Además de las balizas, otras piezas clave de esta red tecnológica son las grúas de asistencia y los conos conectados en las zonas de obras. Desde 2021, las grúas están obligadas a informar de su posicionamiento, generando cerca de 8.000 avisos diarios, mientras que los conos conectados permiten alertar sobre cortes parciales o totales debido a trabajos en carretera, integrando esta información en la plataforma.
Con este sistema en teoría podrían saber a qué velocidad circulas, por qué calle ó carretera, donde estacionas, y a continuación te pasarían las denuncias por cualquier supuesta infracción a tu móvil, moraleja, mejor lleva un rollo de Albal en tu vehículo.