En los últimos meses, crece en España un tipo de fraude que utiliza las redes sociales como plataforma para atraer a personas con la promesa de dinero rápido a cambio de operaciones aparentemente simples, como dar «like» a vídeos o publicaciones. Sin embargo, lo que comienza como una actividad aparentemente inocua y bien remunerada esconde un entramado de estafas que pueden derivar en pérdidas económicas y riesgos legales para las víctimas.
Se están detectando numerosos casos en los que individuos reciben mensajes o propuestas a través de distintas plataformas digitales en las que se les ofrece ganancias atractivas por visualizar contenido, interactuar con publicaciones y realizar likes. Al principio, las víctimas reciben pagos que refuerzan la credibilidad de la oferta, pero posteriormente estos ingresos cesan sin explicación y comienzan a producirse irregularidades.
Esta práctica fraudulenta ha generado la alarma entre las fuerzas de seguridad, que recuerdan que estos esquemas suelen culminar en el uso indebido de datos personales, así como en el enganche de los afectados a inversiones riesgosas que prometen rentabilidades, pero que en realidad se muestran como un mecanismo para apalancar deudas y perjuicios financieros.
Nueva estafa vinculada a redes sociales
Lo que aparenta ser una propuesta laboral legal y sencilla para jóvenes y usuarios habituales de redes sociales se está convirtiendo en un fraude que afecta a numerosos españoles. Los estafadores buscan corromper la confianza ofreciendo remuneración en efectivo o criptomonedas a cambio de acciones mínimas, muy demandadas en plataformas digitales para aumentar el alcance y visibilidad de ciertos perfiles o productos.
La metodología suele incluir una fase inicial en la que se envía un pago modesto al usuario para garantizar su participación y credibilidad. Sin embargo, una vez conseguido este primer paso, la comunicación con la persona disminuye o desaparece y empiezan a producirse solicitudes para aportar datos bancarios o hacer inversiones sustanciales con supuestos beneficios garantizados que nunca llegan a materializarse.
Según reportan fuentes policiales, uno de los mayores riesgos radica en la utilización fraudulenta de la identidad de la víctima. Mediante estos datos, los delincuentes pueden abrir cuentas bancarias o contratar productos financieros a nombre de terceros, hipotecando su futuro sin que sean conscientes de ello hasta que reciben reclamaciones o descubren movimientos irregulares.
Pagos por dar "like". Lo reconozco. De cada día soy más cap de fava.