Con el cierre del año fiscal cada vez más cerca, los contribuyentes tienen aún oportunidades para reducir el importe a pagar en su declaración del IRPF de este 2025. La planificación fiscal adecuada y el aprovechamiento de ciertas deducciones permiten aliviar la carga tributaria, siempre respetando los límites y condiciones establecidos por Hacienda.
Según ha comunicado la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) Es fundamental recordar que varias medidas solo pueden aplicarse hasta el 31 de diciembre, por lo que actuar con diligencia puede marcar una diferencia significativa en la factura final. A continuación, se desgranan las opciones más relevantes y cómo sacarles partido para optimizar la declaración de la Renta. Entre los principales consejos destacan las aportaciones a planes de pensiones, las deducciones por inversiones vinculadas a la vivienda y la adquisición de vehículos eléctricos, así como la compensación de pérdidas patrimoniales y la consideración de gastos deducibles vinculados a los alquileres.
Planes de pensiones: una de las opciones más eficaces para reducir la base imponible
Una de las formas más conocidas para disminuir la base imponible del IRPF es realizar aportaciones a planes de pensiones. Esta opción está disponible para quienes perciban rentas derivadas del trabajo, actividades profesionales o empresariales, o ingresos por alquileres de inmuebles. Las cantidades aportadas se descuentan de la base imponible hasta un límite que equivale al 30% de la suma de rendimientos netos del trabajo y actividades económicas individualmente, con un tope general de 1.500 euros anuales. Sin embargo, en caso de que los fondos provengan directamente de actividades vinculadas con una empresa, este límite puede ampliarse hasta los 8.500 euros anuales. Esta posibilidad no solo incentiva la planificación para la jubilación, sino que además permite pagar menos impuestos en el corto plazo, siempre y cuando los límites y condiciones sean respetados.
Deducciones por vivienda y movilidad sostenible
Para quienes hayan adquirido una vivienda antes del 1 de enero de 2013, seguirán disfrutando de la posibilidad de deducir el 15% de las cantidades abonadas, con un máximo de 9.040 euros al año. Esta deducción solo es conveniente si las cuotas anuales no superan ese límite. Además, las inversiones enfocadas en la movilidad eléctrica también ofrecen ventajas fiscales. La compra de un vehículo eléctrico permite aplicar una deducción del 15% sobre su coste, con un tope de 20.000 euros. Para la instalación de puntos de recarga domésticos, el incentivo es similar, pero con un límite de 4.000 euros.
Mejoras energéticas en el hogar con deducciones destacadas
Las reformas orientadas a incrementar la eficiencia energética de las viviendas son otro foco importante para optimizar la declaración de impuestos. Según las normativas actuales, cualquier actuación que reduzca en al menos un 30% el consumo de energía primaria o que logre alcanzar una calificación energética A o B, puede deducir hasta un 60% del gasto, con un límite máximo de 5.000 euros. No obstante, hay requisitos estrictos que deben cumplirse: las obras no se pueden abonar en efectivo, y es imprescindible contar con certificados oficiales tanto antes como después de la intervención, acreditando la mejora energética. Estos documentos deben estar registrados y emitidos antes del 1 de enero de 2026 para que la deducción sea válida.
Compensación de pérdidas patrimoniales y donativos
Un elemento que suele pasar desapercibido es la planificación de ganancias y pérdidas patrimoniales. Si el contribuyente ha tenido beneficios durante el ejercicio pero también pérdidas por otras inversiones, Hacienda permite compensarlas, lo que reduce la base imponible. Es importante aclarar que no se pueden compensar pérdidas derivadas de donaciones, y que en 2025 será la última declaración en la que estarán vigentes las compensaciones pendientes correspondientes al año 2021. Los contribuyentes profesionales o inversores deben ser cuidadosos en esta materia para evitar pagar impuestos innecesarios y maximizar los beneficios disponibles.
Además, los donativos a entidades sin ánimo de lucro, ONG y fundaciones continúan ofreciendo deducciones fiscales, los cuales constituyen un incentivo tanto para ayudar a causas sociales como para reducir la factura del IRPF.
Consideraciones especiales para mayores de 65 años y personas con discapacidad
Para las personas que tengan 65 años o más y valoren vender su vivienda habitual, existe un beneficio significativo: la ganancia obtenida por esa venta está exenta de tributación en el IRPF. Esto representa un ahorro importante y una oportunidad para reordenar sus finanzas personales. En el ámbito de la discapacidad, quienes tengan un certificado que justifique un grado igual o superior al 33% pueden aplicar las deducciones y reducciones estatales y autonómicas correspondientes, que incluyen mínimos personales y familiares, facilitando así una menor carga fiscal.
Optimización de gastos en alquiler y revisión de deducciones autonómicas
En relación con los alquileres, es recomendable que los contribuyentes revisen detalladamente los gastos deducibles asociados y consideren adelantar algunos pagos a diciembre para que puedan ser contabilizados en la declaración de este año. Por último, no se debe olvidar que en España existen distintas deducciones autonómicas adicionales en ámbitos muy diversos, como el alquiler de vivienda, gastos educativos, cuidados de menores, gastos sanitarios o energía renovable. Una revisión personalizada en función de la comunidad autónoma de residencia puede revelar incentivos importantes que contribuyan a una menor cuota tributaria.