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Adiós a los botes monodosis de gel y champú en los hoteles: si viajas este 2026, dejarás de verlos

Esta nueva normativa tiene como objetivo eliminar progresivamente los envases de plástico de un solo uso en alojamientos turísticos y hostelería

La eliminación de estos pequeños recipientes de higiene personal representa un paso fundamental en la lucha contra la contaminación y en la promoción de prácticas más sostenibles dentro de la industria | Foto: Freepik

| Palma |

A partir de mediados del próximo año 2026, los viajeros que se alojen en hoteles y otros establecimientos de la Unión Europea comenzarán a notar un cambio significativo en sus habitaciones. La Comisión Europea ha puesto en marcha una normativa para erradicar los envases monodosis de plástico, como los pequeños botes de gel y champú, que tradicionalmente se han ofrecido como cortesía. Esta medida, que forma parte de una estrategia más amplia para la reducción de residuos, busca transformar la experiencia de los huéspedes y el impacto ambiental del sector turístico en todo el continente, marcando un hito en la lucha contra la contaminación por plásticos.

Esta iniciativa no es un hecho aislado, sino que se enmarca dentro del Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR), una legislación clave aprobada por la Unión Europea. El objetivo primordial de esta normativa es la drástica reducción de los residuos plásticos generados, especialmente aquellos provenientes de envases de un solo uso que proliferan en sectores como la hostelería y los alojamientos turísticos. La eliminación de estos pequeños recipientes de higiene personal representa un paso fundamental en la lucha contra la contaminación y en la promoción de prácticas más sostenibles dentro de la industria, alineándose con los compromisos medioambientales de la UE.

La implementación de esta medida se realizará de forma escalonada, con fechas clave que marcarán su eliminación progresiva. A partir de mediados del próximo año 2026, todos los establecimientos de hostelería, incluyendo hoteles, bares, cafeterías y restaurantes, deberán iniciar la retirada de los envases monodosis de plástico. Esto abarca específicamente los pequeños botes de champú y gel de ducha que actualmente se encuentran en las habitaciones de hotel. La normativa culminará con un objetivo más ambicioso: desde el 1 de enero de 2030 se establecerá una prohibición generalizada para la comercialización y el uso de estos envases de un solo uso destinados a productos de higiene y cosmética en hoteles de toda la Unión Europea, contemplando únicamente excepciones muy específicas y justificadas.

El Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR, por sus siglas en inglés) es una pieza legislativa fundamental de la Unión Europea diseñada para abordar el creciente problema de los residuos de envases. Su propósito principal es reducir la cantidad de residuos generados, fomentar la reutilización y el reciclaje de envases, y promover una economía circular. Este reglamento establece objetivos ambiciosos para la reducción de envases, la prohibición de ciertos formatos de un solo uso y la obligación de que los envases sean reciclables o compostables.

La medida que afecta a los botes de gel en hoteles es solo una de las muchas acciones contempladas para minimizar el impacto ambiental de los envases en diversos sectores, desde la alimentación hasta la cosmética y la hostelería, buscando un cambio sistémico en la forma en que se producen, utilizan y gestionan los envases en el continente. Su aprobación, tras intensos debates, subraya el firme compromiso de la UE con la sostenibilidad. Ante la inminente desaparición de los clásicos botes individuales de champú, gel o loción, los hoteles y demás alojamientos turísticos se verán obligados a implementar alternativas más respetuosas con el medio ambiente.

La opción más extendida y práctica será la instalación de dispensadores rellenables en los baños, que permitirán a los huéspedes acceder a los productos de higiene sin generar residuos plásticos de un solo uso. Estos dispensadores, que ya son comunes en muchos establecimientos con conciencia ecológica, se rellenarán periódicamente con productos a granel, garantizando la higiene y la disponibilidad. Otra posibilidad es la oferta de productos en formato reutilizable o colectivo, como jabones en pastilla o envases de mayor tamaño que puedan ser devueltos y rellenados. Además, en algunos casos, los hoteles podrían optar por ofrecer ciertos productos «a petición» en la recepción, evitando así el desperdicio y asegurando que solo se utilicen los artículos realmente necesarios por los huéspedes.

Impacto ambiental de los envases monodosis en la hostelería

La decisión de la Unión Europea de eliminar los envases monodosis de plástico en hoteles responde a una preocupación creciente por la contaminación plástica y su impacto ambiental. Aunque individualmente pequeños, la acumulación de millones de estos botes de gel y champú en el sector hotelero genera una cantidad ingente de residuos que, en muchas ocasiones, no se reciclan adecuadamente. Estos plásticos de un solo uso contribuyen a la saturación de vertederos, la contaminación de suelos y aguas, y la proliferación de microplásticos que terminan afectando a los ecosistemas marinos y la cadena alimentaria. La fabricación, transporte y eliminación de estos envases también conllevan una considerable huella de carbono, contribuyendo al cambio climático.

Al adoptar medidas como la prohibición de estos artículos, la UE busca no solo reducir la cantidad de plástico en circulación, sino también fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y la gestión responsable de los recursos en una industria tan vital como la turística, promoviendo un futuro más verde. Para los viajeros habituales, esta normativa implicará un cambio en la experiencia del huésped a la que estaban acostumbrados. Si bien algunos podrían echar de menos la comodidad de los pequeños botes individuales, la mayoría de los consumidores, cada vez más concienciados con el medio ambiente, probablemente acogerán positivamente esta iniciativa.

Los hoteles, por su parte, tendrán el desafío de comunicar eficazmente estos cambios y asegurar que las alternativas ofrecidas mantengan los estándares de calidad y comodidad. La adaptación del consumidor será clave, y es probable que muchos viajeros ya estén acostumbrados a llevar sus propios productos de higiene o a utilizar dispensadores en otros contextos. Esta medida también puede impulsar la innovación en los servicios hoteleros, llevando a la creación de soluciones más estéticas y funcionales que, además de ser sostenibles, mejoren la percepción de marca del establecimiento y su compromiso con la sostenibilidad turística. En definitiva, se espera una transición fluida, aunque con un período de ajuste inicial.

El camino hacia una hostelería más sostenible en Europa

La eliminación de los envases monodosis es un paso más en el camino hacia una hostelería más sostenible en Europa. Esta medida se alinea con una tendencia global que busca integrar principios de economía circular y responsabilidad social corporativa en todos los aspectos de la industria turística. Muchos hoteles ya están implementando otras prácticas respetuosas con el medio ambiente, como la reducción del consumo de agua y energía, la gestión eficiente de residuos orgánicos, el uso de energías renovables y la oferta de productos locales y de temporada.

La normativa de la UE no solo impone una obligación, sino que también actúa como un catalizador para que el sector hotelero acelere su transición hacia modelos de negocio más verdes. Esto no solo beneficia al planeta, sino que también responde a una demanda creciente por parte de los consumidores de experiencias de viaje más éticas y sostenibles, configurando el futuro del turismo en el continente y reforzando la imagen de Europa como destino comprometido con el medio ambiente.

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