A la hora de pedir la jubilación anticipada, la elección del momento adecuado para solicitarla es fundamental. Alfonso Muñoz, funcionario de la Seguridad Social, ha alertado sobre las consecuencias negativas de pedir esta modalidad justo ahora. Según sus indicaciones, solicitar la jubilación anticipada sin estrategia puede suponer una reducción importante en la pensión para toda la vida. Muñoz ya ofreció en un vídeo previo tres recomendaciones básicas: primero, agotar las prestaciones por desempleo, que permite seguir cotizando como si se estuviera en activo; segundo, presentar la solicitud en diciembre, asegurando la revalorización anual de la pensión; y tercero, evitar pedirla justo dos años antes de la edad legal de jubilación.
La razón principal es sencilla pero poderosa: la reducción de la pensión —los coeficientes reductores— depende tanto del adelanto en meses como de los años cotizados. Cuanto más se adelante la jubilación, mayor será el recorte de la prestación mensual, y la ley establece tablas muy concretas para calcular esos descuentos.
Sistema de coeficientes reductores
La ley general de la Seguridad Social define unas tablas que especifican los coeficientes reductores aplicables en función de la anticipación para jubilarse y la experiencia acumulada en cotizaciones. Estos porcentajes van desde un 21 % de reducción para quienes adelantan 24 meses y tienen menos de 38 años y 6 meses cotizados, hasta un mínimo de 2,81 % de recorte por adelantar solo un mes cuando se superan los 44 años y 6 meses cotizados. Pero la clave para muchos pensionistas está en que, si con solo esperar cuatro meses —o lo que es igual, solicitar la jubilación a 20 meses antes en lugar de 24 meses—, la penalización puede reducirse a casi la mitad. Esto significa que una espera relativamente corta puede mejorar significativamente los ingresos mensuales por pensión.
Ejemplo práctico de ahorro al esperar meses
Para entender mejor, Alfonso Muñoz plantea el siguiente caso: un trabajador en España con 38 años cotizados y una base reguladora cercana a 2.000 euros mensuales. Si este trabajador decide jubilarse 24 meses antes de la edad legal, sufrirá un recorte del 21 %, lo que implica una pérdida de 420 euros mensuales, terminando con una pensión de aproximadamente 1.580 euros. Ahora bien, si este mismo trabajador opta por retrasar la solicitud y la realiza solo 20 meses antes de la edad ordinaria de retiro, la reducción sería mucho menor, un 11 % sobre la base reguladora, cayendo la pérdida mensual a 220 euros y elevando la pensión resultante a 1.780 euros mensuales. En otras palabras, por esperar solo cuatro meses, su pensión aumentaría en 200 euros mensuales para toda la jubilación, lo que representa un ahorro considerable a largo plazo.