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Soy pescadero y esta es la manera correcta de congelar las gambas: «Se quedan igual de frescas»

Una técnica sencilla y eficaz para conservar gambas frescas previene que comience el proceso de oxidación natural del animal

El experto ha compartido los consejos en redes sociales

| Palma |

Congelar gambas adecuadamente puede ser un verdadero desafío si lo que se busca es conservar la textura y el sabor original. Muchas personas han experimentado la desagradable sorpresa de descongelar gambas que no solo pierden su frescura, sino que además cambian de color y sabor. Sin embargo, existe una técnica profesional que permite mantenerlas casi igual de frescas que recién compradas.

Un experto del sector pesquero llamado @elpescaderotiktokero ha compartido recientemente a través de la red social TikTok un método práctico y accesible para todos los hogares, que garantiza congelar gambas manteniendo su aroma y textura intactos. El punto de partida esencial es partir de gamba fresca, de la mejor calidad disponible. La frescura inicial marca la diferencia en el resultado final tras la congelación y descongelación.

Preparación y proceso para congelar gambas

El procedimiento explicado es sencillo, pero requiere atención a detalles fundamentales que afectan la conservación. Primero, se coloca la gamba fresca en un recipiente con un puñado de sal gorda —no excesiva para evitar una concentración alta que altere su textura—. La idea es reproducir un entorno similar al agua de mar, pero sin saturarla completamente.

A continuación, se cubre la gamba con agua y se cierra el contenedor herméticamente para evitar la entrada de oxígeno durante la congelación. Este paso es crucial para retrasar y reducir un proceso natural pero poco deseado llamado melanosis, que provoca el oscurecimiento de la cabeza de la gamba y afecta la percepción visual y calidad del producto.

Posteriormente, el recipiente se introduce en el congelador. Es importante saber que el líquido se convertirá en un sólido, formando un bloque de hielo alrededor de las gambas. Sin embargo, esto no afecta negativamente la calidad siempre que se realice el descongelado adecuado.

Descongelación y conservación de la frescura

El paso final es fundamental para obtener un resultado de calidad. Para descongelar correctamente, se recomienda sacar el recipiente del congelador dos días antes del consumo previsto y dejarlo reposar en la nevera. Esta descongelación lenta en frío permite que la gamba recupere parte de su textura y sabor originales sin perder jugosidad ni alterar su carne.

La técnica evita la exposición excesiva al oxígeno durante el proceso, frenando la oxidación que causa la aparición de manchas negras, especialmente en la cabeza. Así, se logra que las gambas parezcan y sepan tan frescas como si no hubieran sido congeladas en absoluto.

El fenómeno de la melanosis y su impacto en la calidad

La melanosis es un proceso oxidativo natural en crustáceos. Durante este fenómeno, que requiere oxígeno, se forman pigmentos oscuros que pueden alarmar al consumidor aunque no comprometan la seguridad alimentaria. Tradicionalmente, esta oxidación se controla usando químicos como el sulfito, pero como alternativas naturales y caseras, los métodos para limitar la exposición al oxígeno son cada vez más demandados. Así, el idóneo método de congelar gambas con agua y sal permite bloquear el oxígeno en el entorno, reduciendo la oxidación visible y mejorando la apariencia final del producto al descongelar.

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