Calma en Ferraz. Los socialistas aseguran que las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez van por buen camino. Están «encarriladas», explican, pese la decisión de Junts y ERC de poner como condición para volver a hacer presidente del Gobierno a Sánchez que se den pasos hacia la celebración de un referéndum, una línea roja para el PSOE. Fuentes cercanas al ahora jefe del Ejecutivo en funciones explican que dicha consulta no está sobre la mesa y restan importancia al órdago de los independentistas. Más aún, tras producirse a pocos días del 1 de octubre, fecha en la que se realizó el referéndum ilegal de 2017.
En la formación socialista siguen siendo optimistas. «Las negociaciones están encarriladas», dice una persona cercana a la dirección federal del partido. En conversación con 20minutos, asegura que la resolución aprobada ayer por el Parlament de Cataluña -con el apoyo de ERC y Junts, y la abstención de la CUP, que ya es extraparlamentario a nivel nacional- es «una seta» en unas conversaciones «que van a buen ritmo». Públicamente no ha habido movimientos, pero los socialistas llevan semanas teniendo contactos discretos con los independentistas. De hecho, ya ha habido avances: la Presidencia del Congreso de los Diputados fue a parar a los socialistas a cambio de ciertos acuerdos, como intentar que la Unión Europea reconociese el catalán como idioma oficial o que dicha lengua se pudiera utilizar en el hemiciclo.
Así las cosas, siembran dudas incluso sobre si los miembros de ERC y Junts que firmaron la resolución están al corriente de las negociaciones. El documento les avala para no apoyar la investidura del candidato socialista -que aún no ha recibido el encargo del rey Felipe VI, algo que se producirá previsiblemente tras la ronda de consultas del lunes y el martes- si «no se compromete a trabajar para hacer efectivas las condiciones» para celebrar un referéndum. Tampoco aclaran en Ferraz si ha habido contactos tras la aprobación de la resolución, aunque aseguran que "las líneas de comunicación siempre están abiertas".
Además, explican que el comunicado conjunto que publicaron a última hora del jueves el PSOE y el PSC fue una respuesta «para que la gente sepa dónde» están sus postulados y que el referéndum «no está encima de la mesa». «Ni estará», apuntan, a la vez que recuerdan que las negociaciones también se están produciendo en unas fechas señaladas para el independentismo. El domingo es 1 de octubre, jornada especial para Junts y ERC por ser el día que se celebró, seis años atrás, el referéndum ilegal que dio paso a la huida de Carles Puigdemont a Waterloo y a la detención de Oriol Junqueras, ahora indultado.
Sumar, por su parte, pidió este viernes «seriedad y responsabilidad» a Junts y ERC ante su órdago a Sánchez. «Sobre todo no trasladando cuestiones delicadas a una votación parlamentaria en mitad de una negociación» en la que, «además, todo el mundo sabe» que el referéndum «está fuera de la mesa», señaló el portavoz de la coalición, Ernest Urtasun, que criticó que el movimiento de los independentistas «pone más problemas y no ayuda a hacer soluciones». La formación liderada por Yolanda Díaz tiene clara su posición: amnistía sí —«no nos da miedo» hablar de ella, dijo este viernes Urtasun—, pero total rechazo a un referéndum.
«Deben hacer una reflexión sobre cómo están haciendo las cosas, no nos parece una manera de obrar ni seria ni responsable», zanjó Urtasun en referencia a ERC y Junts, tras asegurar que en Sumar el movimiento de los independentistas ha sorprendido porque «las cosas avanzaban bien». «Éramos optimistas», señaló el portavoz de Sumar en pasado, si bien en el partido impera la sensación de que la moción aprobada por el Parlament el viernes tiene más que ver con la pugna interna de ERC y Junts por la hegemonía en el espacio independentista que con una intención de hacer descarrilar las negociaciones para investir a Pedro Sánchez como presidente.
Las conversaciones, por tanto, siguen en marcha, aunque el tajante rechazo de Sumar a condicionar la investidura a un referéndum pactado en Cataluña ha provocado un nuevo choque interno dentro de la coalición. Podemos, una pata muy minoritaria dentro de los comuns catalanes, criticó este viernes que Catalunya en Comú no se hubiera abstenido al votarse la resolución en el Parlament para dejar clara su «defensa de un referéndum» pactado. Y, aunque a nivel nacional la dirección morada no se ha pronunciado al respecto, el ex secretario general Pablo Iglesias ha dado altavoz a estas discrepancias.