El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado este jueves que no acudirá a la reunión de presidentes autonómicos en el Senado convocada para que se posicionen sobre la eventual amnistía que los independentistas catalanes exigen para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Urkullu se encuentra desde hoy de viaje oficial en Japón y durante una visita a la Universidad de Tokio, tras asistir a una clase de euskera a estudiantes japoneses, se ha referido a la convocatoria de la Comisión General de Comunidades Autónomas de la Cámara Alta para el próximo día 19.
Ha dicho que ha conocido esta convocatoria, a la que otros presidentes socialistas han anunciado que tampoco asistirán, por los medios de comunicación y la ha considerado una «propuesta de precampaña política de interés partidario del PP».
El lehendakari ha criticado que el Senado, en el que ha recordado cuenta con mayoría absoluta el PP, «no es lo que debería ser», una Cámara de «representación y de debate territorial» y ha lamentado que a las comunidades no se las ha tomado «en consideración hasta ahora».
Tras insistir en el «interés político» del PP con esta reunión, Urkullu ha añadido que su posición en torno al procés es conocida desde hace tiempo, porque la ha dejado «por escrito» y porque incluso llegó a declarar ante el Tribunal Supremo como testigo.
«Está dicho ya, como lo que pienso sobre la amnistía, ya que nunca una cuestión política debería haber sido judicializada y menos con un proceso con condenas penales», ha recalcado Urkullu quien ha apostado por que se pudiera revertir la situación.
También se ha referido a la celebración de las próximas elecciones al Parlamento Vasco, un día después de que la presidenta del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa, reconociera que el mes de marzo «no sería mala fecha» para ello.
«Opciones sobre fechas electorales hay diversas, tantas como días hay en el calendario hasta final de la legislatura», ha afirmado Urkullu quien ha recordado que los comicios anteriores se celebraron el 12 de julio pero que, en un principio, se iban a convocar el 5 de abril y que se retrasaron por la pandemia.
Ha expresado su deseo de que las elecciones vascas estén «al margen del ruido político que hay en Madrid», aunque ha reconocido que es algo que no está en sus manos lograrlo.
«Vamos a seguir con nuestro curso político hasta donde podamos llegar, si es hasta el final llegaremos hasta el final, en función de las circunstancias», ha recalcado.
Sobre la fecha concreta, se había especulado sobre la posibilidad de hacerlas coincidir con las europeas el 9 de junio, ha asegurado que no tiene «ninguna opción preferente» y ha reafirmado su «compromiso de cumplir» el programa de Gobierno y el calendario legislativo.