El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afina la composición de su nuevo Ejecutivo tras un fin de semana de contactos en los que ha pedido a sus interlocutores la máxima discreción hasta que este lunes se haga pública la composición de su nuevo Gabinete.
La previsión es que Sánchez comparezca en el Palacio de la Moncloa para comunicar la lista de los responsables de cada una de las carteras y que tras la publicación de sus nombramientos en el Boletín Oficial del Estado en la mañana del martes, ese mismo día prometan sus cargos ante el rey en el Palacio de la Zarzuela y a continuación se celebre la primera reunión del nuevo Consejo de Ministros.
No hay confirmación de nombre alguno, pero fuentes socialistas han señalado a EFE que durante todo el fin de semana Sánchez ha estado hablando con diversos interlocutores a los que les ha trasladado si cuenta o no con ellos para su nuevo Gabinete. A todos ha pedido que mantengan la máxima discreción hasta el lunes para intentar evitar filtraciones, y con ese mismo objetivo es muy reducido el número de personas que conocen todos sus planes.
Las fuentes citadas señalan que no es descartable que haya futuros ministros que aún no sepan que lo van a ser porque el presidente no se ha puesto todavía en contacto con ellos. A la espera de que se desvelen las incógnitas, sostienen que es previsible que no haya sorpresas en nombres que se han venido dando por seguro que continuarán en el Gobierno como los de Teresa Ribera, María Jesús Montero o Félix Bolaños, con la duda de si alguno como el titular de Presidencia cambia o no de cartera.
Ven bastante probable junto a ellos a la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, pese a que si es elegida el próximo 8 de diciembre como presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Sánchez tenga que relevarla. Y aunque hay otros ministros que creen que se sumarán a los que se quedan, como Pilar Alegría, prefieren evitar especulaciones a horas de que se conozca ya la lista definitiva de un Gobierno que, en principio, podría reducir el número de sus ministerios.
Además, aseguran que Sánchez «ya tiene que tener todo hablado» con su vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, respecto a si este socio mantiene los cinco ministerios con los que contaba Unidas Podemos y quiénes estarán al frente de los mismos. Todo indica que, junto a Díaz, Mónica García encabezaría Sanidad, Ernest Urtasun Cultura y habría un ministerio para Sira Rego y la posibilidad de que otro fuera para Pablo Bustinduy.
En medio de las conversaciones entre Sánchez y Díaz se cruzó la polémica generada por la carta de la máxima dirigente de Sumar a Podemos ofreciendo un ministerio para el hasta ahora secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, a cambio de que desde la formación morada cejaran lo que consideraba insultos y ataques hacia su formación y hacia ella misma.
Álvarez renunció tras no contar con el aval de Podemos, cuya secretaria general, Ione Belarra, ha insistido durante el fin de semana en que Irene Montero debe seguir al frente del Ministerio de Igualdad y ha subrayado que es directamente Sánchez quien ha de elegir a los miembros de su Gabinete.