El PSOE se compromete en su programa electoral para las elecciones generales del próximo 28 de abril a fortalecer el modelo autonómico y a desarrollar la participación de las CCAA en las decisiones del Estado. Pero no ha incluido entre las 110 principales medidas la modificación de la Constitución para ir a una España federal como había hecho anteriormente en los programas de 2015 y 2016. Sí se compromete a reformar la Carta Magna para limitar los aforamientos y reducir a 300.000 las firmas de la iniciativa legislativa popular.
«Nos comprometemos a seguir construyendo la España de las Autonomías», reza el punto 98 de ese elenco de 110 elegido por el PSOE como el corazón de su programa y que este miércoles ha presentado Pedro Sánchez en un acto en Madrid acompañado de casi todos los ministros de su gabinete.
En este punto concreto, los socialistas hablan de «fortalecer» el modelo autonómico como instrumento fundamental de reconocimiento de la singularidad y las opciones políticas propias de cada Comunidad Autónoma, del desarrollo equilibrado de todas ellas, de la mejora de los servicios públicos y la garantía de la igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos en España».
En el mismo epígrafe se comprometen a desarrollar los procedimientos de participación de las CC.AA. en las decisiones del Estado, y especialmente en la legislación y a dinamizar las conferencias sectoriales y los instrumentos de cooperación entre las autonomías.
Firmas
Pero no menciona la reforma constitucional para ir a una España federal. En estos 110 puntos del programa, la modificación de la Carta Magna se limita solo al compromiso de llevar a término la limitación de los «aforamientos políticos"; al impulso a la iniciativa legislativa popular, reduciendo a 300.000 las firmas necesarias para aceptarlas a trámite; y a la incorporación del «reconocimiento adecuado de las personas con discapacidad y sus derechos».
La propuesta de reforma de la Constitución para ir a una España federal ha sido una constante en el PSOE desde el año 2013. Fue incluida en el programa electoral con el que los socialistas concurrieron a las elecciones generales de 2015, en el que proponían la reforma constitucional para «dotar de estructura federal al Estado, reconociendo las singularidades de las comunidades».
En el de las elecciones generales de junio de 2016 se volvió a incluir. «La reforma federal exigirá una reforma constitucional, en la línea de lo aprobado en el Documento de Granada de julio de 2013», decía el programa, que añadía que la propuesta no estaba «encaminada solamentea resolver el problema catalán», sino que aspiraba a dar solución a los principales retos del sistema territorial de las autonomías, como financiación, reparto de competencias, blindaje de derechos sociales o una verdadera Cámara de representación territorial.
Este planteamiento se volvió a repetir en el pacto que firmó Pedro Sánchez con Albert Rivera en febrero de 2016, para que le apoyara en la investidura. Ambos acordaron revisar el Título VIII de la Constitución para «desarrollar el concepto de Estado Federal», pero garantizando la «igualdad de trato de los españoles».
Y la propuesta la volvía a realizar la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxel Batet, dos días después de tomar posesión de su cargo, cuando defendió en un acto del PSC «superar la crisis institucional» y apostó por una reforma de la Constitución que, según dijo, sería «urgente, viable y deseable» para avanzar hacia un modelo territorial federal.