El plan de paz de seis puntos propuesto por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, fue aceptado ayer por el Gobierno sirio y el Consejo Nacional del país, siempre y cuando, asegura este último, conlleve un cambio de régimen. De la misma manera, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas también apoyó el plan.
Según informó el propio Annan en un comunicado hecho público por su portavoz, el enviado especial de la ONU "opina" que la aceptación del plan supone un "primer paso importante que podría poner fin a la violencia y al derramamiento de sangre, facilitar la ayuda a los que sufren y crear un entorno adecuado para un diálogo político que ayude a satisfacer las legítimas aspiraciones del pueblo sirio". No obstante, lo "fundamental" es la aplicación del plan, por lo que Annan seguirá trabajando "con todas las partes y a todos los niveles para garantizar su cumplimiento", concluye el comunicado.
Por su parte, el Consejo Nacional Sirio, uno de los principales grupos opositores al Gobierno de Bashar al Assad, respalda el plan de paz, pero advirtió de que cualquier "transición pacífica" debe conllevar el cambio de régimen. Según apuntó una portavoz del Consejo Nacional Sirio, Basma Kodmani, en declaraciones a Reuters, la transición "empieza por la retirada del jefe de Estado".
En este sentido, abogó por que la iniciativa de Annan permita que se acuerden "términos de referencia claros" en base a los cuales negociar "las modalidades de cambio".