Los padres de las niñas secuestradas por la secta radical Boko Haram en el norte de Nigeria han reconocido a 77 de las más de 200 menores raptadas en el vídeo divulgado esta semana por el grupo radical, informó hoy la prensa local nigeriana.
Familiares de las escolares, secuestradas hoy hace un mes, se reunieron ayer en Maiduguri, la capital del Estado norteño de Borno (donde fueron secuestradas las menores), para ver el vídeo en el que cerca de un centenar de niñas retenidas por la milicia aparecían ataviadas con una vestimenta islámica.
Padres, compañeras de la escuela de Chibok de donde fueron raptadas y representantes del Gobierno regional de Borno pudieron identificar a 77 niñas en las imágenes, que fueron analizadas durante todo el día y parte de la noche de ayer, según el diario digital «This Day».
El hecho de que algunos padres no lograran identificar alentó especulaciones sobre la posibilidad de que algunas de las escolares que aparecen en el vídeo fueron niñas raptadas antes del 14 de abril en otras localidades de Borno.
Los nombres de las menores identificadas están siendo comparadas con los registros del centro de secundaria donde fueron apresadas por los fundamentalistas, explicó el gobernador de Borno, Kashim Shettima, en un comunicado reproducido en los medios.
«El ejercicio continúa y se espera que los padres, estudiantes y profesores aporten más nombres», añadió.
El presidente del Senado de Nigeria, David Mark, aseguró que el Gobierno federal garantizará el rescate de las niñas.
Frente a las declaraciones de varios portavoces gubernamentales que no descartaron ayer la opción de negociar con Boko Haram -que ha condicionado la liberación de las niñas a la excarcelación de sus presos- Mark aseguró que «Nigeria no negociará con terroristas bajo ninguna circunstancia».
«Si negociamos con ellos, cogerán a más gente y tendremos que volver a negociar», advirtió en declaraciones a la Agencia de Noticias de Nigeria (NAN).
Mark, de visita ayer en China para conocer sus trenes de alta velocidad a Tianjin, garantizó que las autoridades nigerianas traerán a las niñas de vuelta «sanas y salvas».
El presidente del Senado también reconoció que la rebelión ha persistido durante los últimos años, con ataques centrados principalmente en el norte de Nigeria, porque el Gobierno había subestimado inicialmente a los insurgentes: «No nos dimos cuenta a tiempo de que tenían conexiones internacionales».
Ahora que, en su opinión, está claro que la amenaza de Boko Haram «no se limita a Nigeria», Mark considera que «no se deben escatimar esfuerzos para hacerles frente».
En este sentido, prometió que la Asamblea Nacional revisará la Ley antiterrorista nigeriana para reforzar sus puntos débiles.
Boko Haram, que significa en lenguas locales «la educación no islámica es pecado», lucha por imponer la «sharía» o ley islámica en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos.
Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.