El último líder de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, abandonó hoy tras recibir el alta médica el Hospital Central Clínico de Moscú en el que había ingresado ayer.
«Hoy me encuentro mejor que ayer, y los médicos han considerado oportuno permitirme el alta», dijo el ex dirigente soviético, de 83 años, a la agencia rusa Interfax.
El estado de salud del veterano político, que según algunos medios sufre desde hace años de diabetes, empeoró considerablemente a partir de 2011, cuando fue operado en la columna vertebral en Múnich.
El año pasado, el primer y último presidente de la Unión Soviética pasó dos veces por el hospital, una en Moscú y otra en Alemania.
Gorbachov, Premio Nobel de la Paz en 1990 por su decisivo papel a la hora de poner fin a casi medio siglo de Guerra Fría, lamentó no haber podido seguir en televisión este año la entrega de los prestigiosos galardones que otorga la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
El hombre que dirigió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas entre marzo de 1985 y el 25 de diciembre de 1991 encabeza la fundación que lleva su nombre y que se dedica a actividades sociales, benéficas y analíticas.
Admirado por la oposición liberal, las organizaciones de defensa de los derechos humanos y las cancillerías occidentales, el padre de la Perestroika es aún considerado un traidor por muchos nostálgicos, que le acusan de poner la puntilla a la URSS.