Un material supuestamente prohibido en Reino Unido fue usado para el revestimiento de la torre Grenfell de Londres, donde un equipo de funcionarios empezó a colaborar este domingo en la organización de la ayuda a los afectados por el incendio.
La primera ministra británica, Theresa May, dispuso que los funcionarios colaboren con el Ayuntamiento de Kensington & Chelsea, al que pertenece la torre Grenfell -prácticamente calcinada el miércoles por un devastador incendio-, después de las fuertes críticas de los vecinos por su aparente indiferencia a la desesperación de los residentes que lo han perdido todo.
Al tiempo que este siniestro se está convirtiendo en una crisis de dimensiones políticas para May al no haber visitado inmediatamente a las víctimas, su ministro de Economía, Philip Hammond, profundizó la situación al admitir este domingo que el material utilizado en el revestimiento que tenía el edificio -con polietileno, según los medios,- está prohibido.
El inmueble, ubicado al oeste de Londres y en el que vivían entre 400 y 600 familias, se incendió con rapidez, lo que dificultó la evacuación de los residentes y muchos de ellos quedaron atrapados.
«Entiendo que el revestimiento en cuestión, este revestimiento inflamable que está prohibido en Europa y Estados Unidos, está prohibido también aquí», dijo el ministro a la BBC.
En ese sentido, Hammond indicó que la investigación sobre la tragedia, en la que al menos 58 personas han sido dadas por muertas, deberá determinar si se violaron las reglamentaciones cuando se colocó el material hace pocos años.
«Aquí hay dos asuntos separados (que atender). ¿nuestras regulaciones son correctas y permiten los materiales adecuados? o ¿se prohíben los materiales incorrectos?», se preguntó Hammond.
Los vecinos han criticado al Gobierno por la falta de respuestas concretas a los residentes, que sobreviven con la ayuda de los cientos de voluntarios que están trabajando en el barrio.
Algunos de estos colaboradores, como Nisha Parti, se han mostrado molestos porque los afectados apenas reciben dinero para sobrevivir.
«Hay dinero aportado por estos increíbles voluntarios, (pero) no podemos tener acceso a él y nosotros no podemos dárselo a las familias» afectadas, dijo Parti a los medios locales.
El barrio donde está la torre se ha convertido en un lugar de gran atención mediática, con numerosas cadenas de televisión instaladas, mientras se acumulan en el lugar flores y tarjetas, especialmente hoy que es el Día del Padre en el Reino Unido.
Las iglesias locales dedicaron a las víctimas los servicios religiosos de este domingo, mientras el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, sugirió la posibilidad de que torres como la de Grenfell, compuesta por apartamentos de protección oficial y construidas en los años sesenta y setenta, sean demolidas.
«Este puede ser el resultado de esta tragedia, de que los peores errores» de esa época sean un asunto del pasado, dijo el primer edil de la capital británica al dominical The Observer.
Por su parte, el líder laborista, el izquierdista Jeremy Corbyn, se mostró a favor de utilizar las viviendas que están vacías en Londres para dar cobijo a quienes lo han perdido todo.
«Ocuparlas, compra obligatoria, requisarlas, hay muchas cosas que uno puede hacer», dijo Corbyn a la cadena ITV.
«En una emergencia, uno tiene que poner todos los activos sobre la mesa a fin de abordar la crisis y es lo que yo creo que deberíamos estar haciendo en este caso», subrayó.
El líder laborista cuestionó que a muchos residentes no se les haya facilitado un lugar donde dormir.
«Todos los días en (el aeropuerto londinense de) Heathrow, hay retrasos de aviones. Cientos de personas quedan varadas en aeropuertos en todas partes del mundo. Se les encuentra inmediatamente un hotel, se resuelve. Pero unas 400 personas no tienen un lugar decente y seguro donde quedarse», afirmó Corbyn sobre los damnificados por el fuego.