La Policía Metropolitana de Londres (Met) afirma que el ataque ocurrido en la mezquita de Finsbury Park, en el norte de Londres, donde ha muerto un hombre y otros diez resultaron heridos, es un atentado terrorista de acuerdo a la metodología empleada.
En una comparecencia ante los medios, el subcomandante Neil Basu, de Scotland Yard, ha revelado que, por el momento, se cree que fue un solo individuo el que arrolló con una furgoneta a fieles que acababan de finalizar sus oraciones en la mezquita y precisó que todas las víctimas pertenecen a la comunidad musulmana.
Ocho de los heridos están ingresados en tres hospitales de la ciudad, dos de los cuales se encuentran en «estado crítico», y los otros dos fueron atendidos en el lugar de los hechos y ya han sido dados de alta.
«Esto ha sido un ataque contra Londres y contra todos los londinenses y todos debemos permanecer juntos contra estos extremistas», afirma Basu.
La Met no descarta en estos momentos ninguna hipótesis y mantiene «una mente abierta independientemente de cuál haya sido el motivo detrás de esta agresión», señaló el agente.
Por el momento, un hombre de 48 años, el supuesto agresor que fue retenido por una multitud después de perpetrar el ataque, permanece bajo custodia policial y «no se han identificado a otros sospechosos», desveló Basu.
El individuo detenido, que, según testigos, es un hombre blanco de fuerte contextura física, fue llevado a un hospital como medida de precaución y, una vez dado de alta, trasladado a una comisaría para ser interrogado.
El incidente ocurrió sobre las 23.20 al término de los rezos de la medianoche del mes sagrado del Ramadán.