El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, han logrado este viernes un acuerdo para cerrar las bases del Brexit, lo que permitirá a Londres y Bruselas iniciar las conversaciones sobre las relaciones futuras una vez se produzca el divorcio si así lo aceptan los líderes de la UE el próximo viernes.
«La Comisión está satisfecha de que se hayan logrado avances suficientes en cada una de las tres áreas prioritarias --derechos de los ciudadanos, diálogo sobre Irlanda y la factura financiera--», ha anunciado el Ejecutivo comunitario en un comunicado tras un desayuno en Bruselas entre May y Juncker.
Bruselas recomendará ahora a los jefes de estado y de gobierno de la UE a 27 «concluir que haya avances suficientes en la primera fase» y decidir «si permiten que las negociaciones vayan a la segunda fase» en la cumbre a 27 del próximo 15 de diciembre.
«El resultado de hoy es por supuesto un compromiso, es el resultado de una larga e intensa conversación entre los negociadores de la Comisión y de Reino Unido», ha señalado Juncker en una rueda de prensa conjunta con May, en la que también ha destacado que ha sido una negociación «difícil» tanto para la UE como para Londres.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha subrayado que la decisión final «está en manos» de los jefes de Estado y de Gobierno y ha confiado en que «compartan» el punto de vista de Bruselas y decidan avanzar a la segunda etapa de la conversaciones, sobre la futura relación entre ambas partes y el periodo de transición.
«Hemos trabajado extremadamente duro y no ha sido fácil para ningún lado. Cuando nos reunimos el lunes dijimos que el acuerdo estaba al alcance. Lo que hemos conseguido hoy supone una mejora representantiva», ha expresado May en la misma comparencencia de prensa.
La primera ministra británica ha celebrado en particular que el artículo sobre los términos principales del divorcio signifique que se pueden iniciar las conversaciones sobre la futura relación entre Londres y Bruselas.
Sobre derechos de los ciudadanos, Juncker ha subrayado que el acuerdo «recupera» la incertidumbre creada y asegura que los europeos que viven en Reino Unido «seguirán teniendo los mismos derechos una vez se consume la salida de Reino Unido del bloque comunitario.
Por su parte, May ha apuntado que «después de duras conversaciones» ambas partes han cerrado un acuerdo para la factura del Brexit que es «justo» para los contribuyentes británicos.
En relación a la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, el presidente de la Comisión Europea ha destacado los «compromisos significativos» de Londres para evitar una frontera «dura», mientras que May ha garantizado que se mantendrán los Acuerdos del Viernes Santo.