La actriz porno Stormy Daniels demandó este lunes por difamación al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ampliando la batalla legal que mantiene con él en torno a la supuesta relación que tuvieron en 2006.
La nueva demanda, presentada este lunes ante un tribunal federal de Nueva York, se centra en un mensaje publicado este mes en Twitter por Trump, que Daniels considera «falso y difamatorio».
En el tuit, el presidente estadounidense restaba validez a un retrato robot de un hombre que, según la actriz, le amenazó en 2011 para que mantuviese silencio sobre la supuesta relación. «Un boceto años después sobre un hombre no existente», señalaba el mensaje de Trump, que calificaba todo de «estafa».
La demanda considera que el presidente atacó con falsedades la veracidad del testimonio de Daniels y utilizó la enorme audiencia de su cuenta en Twitter para «denigrar» a la actriz.
Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, aseguró este año que en 2011 un hombre se le acercó en un estacionamiento de Las Vegas y le dijo que no hablara sobre su supuesta relación sexual con Trump en 2006 si no quería tener problemas.
«Deje a Trump solo. Olvídese de la historia», rememoró Daniels sobre las palabras del hombre. Según su testimonio, miró a la hija pequeña de la actriz, que estaba en el asiento trasero del vehículo y dijo: «Es una niña hermosa. Sería una pena que le ocurriera algo a su madre».
La actriz aseguró que el miedo a esa amenaza fue el motivo por el que, en la recta final de la campaña presidencial de 2016, aceptó firmar un acuerdo de confidencialidad sobre su romance con Trump por 130.000 dólares.
Daniels tiene en curso otra demanda en un tribunal de Los Ángeles (California) para quedar liberada de ese pacto.
El pasado viernes, el juez encargado de ese caso decidió posponer el proceso 90 días después de que el abogado del mandatario se acogiera a la Quinta Enmienda de la Constitución estadounidense.
Esa opción concede a cualquier persona el derecho a no testificar para evitar autoincriminarse de un delito. El abogado, Michael Cohen, está siendo investigado después de que el FBI registrase su oficina el pasado 9 de abril y confiscase documentos relacionados con distintos asuntos, entre ellos los supuestos pagos que hizo a Daniels.
Cohen ha asegurado que abonó 130.000 dólares a la actriz de sus propios fondos y sin el conocimiento del presidente.
Sin embargo, dado que eso ocurrió en la recta final de la campaña de las presidenciales de 2016, hay expertos que afirman que el pago violó las leyes sobre financiación electoral al tener como fin proteger la imagen de Trump.