El Ministerio de Justicia de Japón ha informado este jueves de que dos presos condenados a muerte han sido ejecutados, lo que eleva el número de ejecutados este año a 15, la mayor cifra desde 2008.
El Ministerio, que ha autorizado las ejecuciones, ha subrayado que Japón continuará llevando a cabo ejecuciones, ya que muchos en el país la apoyan. En Japón, más de 100 personas se encuentran en el corredor de la muerte, según ha informado la agencia de noticias Kyodo.
Los dos presos, de 60 y 67 años, fueron condenados a muerte por el asesinato del presidente de una compañía asesora de inversiones y un empleado en 1988.
«Fue un caso extremadamente cruel en el que robaron a las víctimas sus preciosas vidas por razones egoístas. Las ejecuciones fueron el resultado de numerosas consideraciones», ha afirmado el ministro de Justicia, Takashi Yamashita, que ha añadido que considera que eliminar la pena de muerte es «inapropiado».
Las ejecuciones son las primeras que se han llevado a cabo desde julio, cuando el exlíder de la secta japonesa 'Verdad Suprema', Shoko Asahara, y otros doce miembros, implicados en un ataque con gas sarín en el metro de Tokio en 1995, fueron ejecutados.
Según una encuesta del Gobierno publicada en 2014, el 80,3 pro ciento de la población japonesa mayor de 20 años estaba a favor de la pena de muerte, una cifra menor al 85,6 por ciento registrado en una encuesta anterior en 2009.