Un niño ha sido sacado sin vida del mar después de que el bote en que viajaba haya zozobrado este lunes frente a la isla griega de Lesbos, según han informado las autoridades locales, la primera muerte reportada desde que Turquía abrió sus fronteras la semana pasada, dejando que los inmigrantes lleguen a Europa.
En otro caso distinto, dos fuentes de la seguridad turca han manifestado que un inmigrante sirio ha perecido este lunes por las heridas sufridas después de que las fuerzas griegas intervinieran para impedir la entrada de inmigrantes desde Turquía, aunque Atenas la ha calificado como una «noticia falsa».
Más de 10.000 inmigrantes, en su mayoría procedentes de Siria, otros estados de Oriente Medio y Afganistán, han llegado a las fronteras terrestres de Turquía con Grecia y Bulgaria -estados de la Unión Europea- desde que Ankara dijo el jueves pasado que dejaría de tenerlos en su territorio.
Las policías de Grecia y Turquía dispararon gases lacrimógenos contra la multitud atrapada entre las verjas en tierra de nadie durante el fin de semana.
Más al sur, al menos 1.000 inmigrantes llegaron hasta las orientales islas griegas del Egeo desde la mañana del domingo, según la policía helena.
La guardia costera griega dijo que la embarcación que volcó frente a Lesbos fue escoltada hasta allí por un barco turco. Fueron rescatadas 46 personas y dos niños fueron trasladados a un hospital, pero uno no pudo ser revivido.
Otro bote con unos 30 afganos a bordo llegó a Lesbos temprano en la mañana. Otros 32 fueron rescatados en el mar frente a Farmakonissi, una pequeña isla próxima a Turquía, según la guardia costera.
«Es una invasión», dijo el ministro de Desarrollo griego, Adonis Georgiadis, a Skai TV el lunes.