La indignación y la tensión crece en el puerto británico de Dover, donde miles de transportistas continúan atrapados en cunetas y aparcamientos cercanos. Este miércoles el ejército británico se ha desplegado para realizar pruebas PCR, requerimiento indispensable de Francia para permitir el paso a su territorio.
En las redes sociales se han visto vídeos que reflejan la situación de miles de trabajadores atrapados en la frontera británica como consecuencia de los cierres y restricciones a la movilidad procedente del Reino Unido tras la aparición de una nueva cepa de coronavirus con un alto poder contagiador.
Mientras tanto Londres desaconseja a los camiones dirigirse a los pasos hacia Francia pese a su reapertura la pasada medianoche.
Por su parte París había bloqueado desde el domingo los cruces del canal de la Mancha para evitar la expansión de una nueva cepa del coronavirus y más de 50 países han limitado ya las llegadas de viajeros desde el Reino Unido.