El príncipe Enrique de Inglaterra recordó este lunes con cariño a su abuelo, el duque de Edimburgo, fallecido el pasado viernes, en un comunicado en el que destaca su carácter «pícaro» y bromista y asegura que él y su esposa, Meghan Markle, siempre le tendrán en un «lugar especial» en sus corazones.
En un comunicado publicado en la web de su fundación, Archewell, Enrique subraya que el príncipe Felipe fue un hombre de «servicio, honor y gran sentido del humor» que será recordado en el mundo como el consorte que más ha durado en la historia de la monarquía. Pero apostilla que para él era su abuelo, «maestro de la barbacoa, leyenda de las bromas y pícaro hasta el final».
Destaca que el duque de Edimburgo ha sido una «roca» para la reina Isabel, hacia la que tuvo una «devoción incomparable» durante 73 años de matrimonio. Tras señalar que el príncipe Felipe les diría a todos en este momento que sigan adelante, el duque de Sussex se dirige directamente a su abuelo fallecido para darle las gracias por su servicio, por su «dedicación a la abuela» y por ser siempre él mismo.
«Se te echará profundamente de menos y serás recordado siempre por la nación y por el mundo», añade el príncipe Enrique en este emotivo mensaje que finaliza asegurando que su mujer, su hijo Archie y la hija que va a nacer tendrán siempre al duque de Edimburgo en un «sitio especial» en sus corazones.
Con la frase «Per mare, per terram» (Por mar, por tierra), concluye el mensaje del príncipe Enrique, publicado tres días después del fallecimiento del duque de Edimburgo. Hasta ahora, el único mensaje de los duques de Sussex había sido un escueto recuerdo al marido de la reina en el que agradecían su servicio y subrayaban que le echarían de menos, y que fue también publicado en la web de Archewell.
El Palacio de Buckingham anunció el viernes que el príncipe Enrique estará entre los familiares presentes en la ceremonia, pero no su esposa, la duquesa de Sussex, Meghan, que debido a su embarazo ha recibido el consejo médico de no viajar desde Estados Unidos.
La muerte del marido de la reina Isabel II llega en medio de la crisis global del coronavirus -la Casa Real descartó que su hospitalización estuviera vinculada a la covid- y en un momento especialmente delicado para la monarquía británica, debido, precisamente, a los duques de Sussex.
La explosiva entrevista que ofrecieron recientemente el príncipe Enrique y Meghan Markle en la televisión estadounidense, en la que vertieron acusaciones de racismo hacia miembros de la realeza, provocó una fuerte crisis de reputación para el Palacio de Buckingham.
Desvinculados de la vida monárquica, el príncipe Enrique y su esposa viven en California (EE.UU.) desde la primavera de 2020.