Un avión oficial argelino ha intentado aterrizar en España sin los permisos requeridos tras lo que ha tenido que dar la vuelta y regresar a su lugar de origen, incidente que ha llamado la atención al coincidir con la declaración del líder del Frente Polisario, Brahim Gali, ante el juez, que ha rechazado enviarle a prisión o retirarle el pasaporte.
El Gobierno, no obstante, ha asegurado que no tiene constancia de que un avión oficial del Gobierno argelino haya despegado desde ese país para recoger en España a Gali y que haya dado la vuelta cuando sobrevolaba Baleares, tal y como había avanzado El Confidencial.
Así lo ha manifestado la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros en la que ha admitido que el Ejecutivo entiende que cuando el líder del Frente Polisario se recupere, se marchará a su país de origen, al lugar de donde vino.
Según la información de la traza radar, comprobada por Efe en varias webs de navegación aérea, un avión modelo Gulfstream G-IV despegó sobre las 09.30 horas de un aeródromo militar argelino al sur de Argel, pero al alcanzar las costas de Ibiza dio media vuelta y regresó a su origen. Fuentes de Enaire han explicado que se trataba de un «un jet de Estado», un avión diplomático.
Según estas fuentes, los controladores de Baleares recibieron instrucciones de controladores militares para pedir a un avión que venía de Argelia que se retirara del espacio aéreo español porque no tenía permiso para sobrevolarlo, tras lo que el avión se dio media vuelta.
Fuentes militares consultadas por Efe han añadido que se ordenó al avión abandonar el espacio aéreo español siguiendo las instrucciones del Ministerio de Asuntos Exteriores, ya que carecía de la preceptiva autorización de este departamento que, como avión de Estado, tenía que tener para entrar en España.
La ruta que seguía el avión hasta que dio la vuelta era compatible con un aterrizaje en el aeropuerto de Agoncillo-Logroño.
Gali permanece ingresado en el hospital San Pedro de Logroño desde hace un mes cuando fue hospitalizado por COVID-19, aunque su recuperación es buena y le ha permitido declarar esta mañana por videoconferencia ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz en el marco de dos querellas por presuntos delitos de lesa humanidad, genocidio, torturas y otros.
Pedraz ha rechazado una vez más enviar a prisión provisional o retirar el pasaporte al líder del Frente Polisario al considerar que no hay «riesgo de fuga alguno» ni «elementos siquiera indiciarios» para creerle «responsable de delito alguno».